El seísmo del martes causó daños en la catedral y en el popular monumento a Washington, que fueron cerrados
25 ago 2011 . Actualizado a las 06:00 h.Mientras la costa este de Estados Unidos se recuperaba del susto del terremoto del martes, ayer se comenzaba a evacuar en esas mismas zonas a los primeros habitantes de los lugares que tocará en primer lugar el huracán Irene, el primero de la temporada.
Una pequeña isla situada frente a las costas de Carolina del Norte fue el primer territorio en entrar en alerta. Sus 800 habitantes y los cientos de turistas que la visitaban recibieron la orden de evacuar ante la inminente llegada de Irene convertido ya en huracán de fuerza 3. Y eso solo unas horas después de que la costa oriental de Estados Unidos sufriera el terremoto más severo de los últimos cien años, que se sintió en ciudades como Nueva York, Washington y Boston. A pesar de que el epicentro estuvo a unos 150 kilómetros de Washington, la capital norteamericana sufría todavía ayer sus efectos. Algunos edificios como su catedral y el monumento a George Washington permanecían cerrados para evaluar los daños. En la primera se derrumbaron tres pináculos de una torre y en el popular monumento a Washington, obelisco que sufrió una grieta en su parte superior. Además, durante todo el día de ayer, en la capital y zonas adyacentes los trenes circulaban tan solo a 20 kilómetros por hora por si la red hubiera sufrido daños. En el resto solo hubo algunos desperfectos en algunos edificios.