Rusia admite que la matanza de Katyn fue ordenada por Stalin

Luc Perrot MOSCÚ/AFP.

INTERNACIONAL

La Duma aprueba un texto histórico que busca mejorar las relaciones con Polonia

27 nov 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

El Parlamento ruso admitió ayer que la matanza de miles de oficiales polacos en 1940 en Katyn fue ordenada por Stalin, en el primer reconocimiento oficial inequívoco de la responsabilidad de Moscú, que en la actualidad ha iniciado un acercamiento a Varsovia. «Los documentos publicados, que permanecieron muchos años en los archivos secretos, no solo revelan la amplitud de esta terrible tragedia, sino que son una prueba de que el crimen de Katyn fue cometido por orden personal de Stalin y de otros dirigentes soviéticos», afirma la declaración adoptada en primera lectura por la Duma.

El texto fue aprobado durante una sesión inusualmente agitada a causa de la oposición del Partido Comunista, que sigue negando la responsabilidad del dictador soviético. Pero el partido progubernamental Rusia Unida y los otros partidos fieles a la línea oficial hicieron aprobar ese texto, que expresa por primera vez, y tan claramente, lo que fue revelado por los archivos publicados este año por las autoridades de Moscú.

«La responsabilidad de esta matanza fue atribuida en la propaganda soviética a los criminales nazis, lo que alimentó la cólera, la amargura y la desconfianza del pueblo polaco», añade el texto de la declaración. Acto seguido, expresa la «profunda compasión» del Parlamento ruso hacia «todas las víctimas de esta represión injustificada, a sus familias y allegados».

«Es un texto histórico para las relaciones ruso-polacas, pero lo es aún más para nosotros mismos», comentó el jefe de la comisión de Relaciones Exteriores del Parlamento, Konstantin Kossachev. Los diputados comunistas denunciaron un texto que constituye, según ellos, «una falsificación de los hechos históricos y una revisión de las conclusiones del tribunal de Núremberg».

En una declaración firmada por su líder, Guenadi Ziuganov, el Partido Comunista había rechazado en octubre las acusaciones contra Stalin. Esa declaración afirmaba entre otras cosas que una nota del jefe del NKVD (policía secreta), Lavrenti Beria, que llevaba la firma de Stalin y proponía la ejecución de 20.000 oficiales polacos, era falsa y «preparada a comienzos de 1990 por gente cercana a Boris Yeltsin».