Está detenido en Colombia, donde Santos pretende utilizarlo como moneda de cambio con Chávez, quien teme el uso que EE.UU. puede hacer de sus testimonios
21 nov 2010 . Actualizado a las 02:00 h.Walid Makled García, un ciudadano venezolano de origen sirio, detenido desde hace tres meses en Colombia con la ayuda de la DEA, agencia antidrogas americana, se ha convertido en una de las mayores pesadillas del presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez Frías, y en una poderosa arma y moneda de cambio en manos de su homólogo colombiano, José Manuel Santos.
El actual inquilino de la casa de Nariño, sede de la presidencia colombiana, aprovechó el acto de conmemoración de sus 100 primeros días de gobierno para enviarle un mensaje tranquilizador a Chávez: «Cumpliré mi palabra de extraditar a Makled a Venezuela». Esta promesa, obviamente, no tuvo la misma acogida en la Casa Blanca, cuyo inquilino incluyó hace un año al sirio-venezolano en la lista de los principales narcotraficantes del mundo, con el número tres en el escalafón, y reclamó su extradición a EE .UU., nada más ser detenido a instancias de la Justicia norteamericana y con la ayuda determinante de la DEA.
¿Podrá cumplir Santos su compromiso con Chávez? Existen dudas fundadas. El Tribunal Supremo de Justicia colombiano, que es el que tiene que decantarse por una de las dos peticiones, hasta la fecha no ha demostrado que actúe a los dictados del Gobierno de turno. Fue este órgano judicial el que frustró las ansias de Uribe de postularse para un tercer mandato.
¿Qué gana Santos congraciándose con Chávez? De entrada, sus empresarios ya han cobrado parte de la deuda acumulada con Venezuela por los sucesivos rifirrafes entre Uribe y Chávez y se consolidan en un mercado clave para sus exportaciones básicas. A su vez, se aseguran el abastecimiento de petróleo, especialmente gasolina, a precio de amigo.
Pero hay más. Chávez les retira de forma efectiva su apoyo a las FARC en los territorios fronterizos entre ambos países. El primer gesto ha sido la reciente entrega a Colombia de cuatro guerrilleros detenidos en Venezuela. Eso sí, sin que le importase que uno de ellos, la mujer, tuviese nacionalidad venezolana, como Cubillas. La promesa de no mandar a Makled a EE.?UU. también es un mensaje para la Administración Obama, que se resiste a ratificar el tratado de libre comercio con Colombia
¿Por qué se disputan Chávez y Obama a Makled? El narco-empresario, al que ahora Chávez califica de bandido, prestó valiosos servicios a la causa bolivariana en momentos difíciles y en agradecimiento por ellos le adjudicaron a él y su familia el control de Puerto Cabello, el segundo en tráfico de mercancías del país, y más tarde Aeropostal, la línea aérea de bandera venezolana. Con el control de estos dos servicios estratégicos y sus excelentes contactos en las esferas de poder chavista, se convirtió en una pieza clave para la exportación por mar y aire de coca a EE.?UU. y Europa, en muchos casos a través de la Honduras de Zelaya.
Los tribunales americanos lo implican en la exportación de 10 toneladas de cocaína al mes a Estados Unidos y, en concreto, en haber dirigido en el 2006 el envío en un DC-9 de 5.500 kilos de esta droga desde el aeropuerto de Maiquetía a una ciudad norteamericana. Al hacer un aterrizaje de emergencia en México, fue descubierto. Makled no lo niega pero, obviamente, no lo reconoce de forma explícita. Dice que, de ser cierto, tuvo que ser con el conocimiento de los responsables del aeropuerto.