Obama reafirma su apoyo a la reforma migratoria, en busca del voto hispano

Victoria Toro NUEVA YORK/LA VOZ.

INTERNACIONAL

El senador demócrata Robert Menéndez presentará un proyecto legislativo antes de final de mes

17 sep 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

«Tienen todo el derecho de seguir presionándome a mí y a los demócratas, y espero que lo hagan. Pero no se olviden de quién está de su lado y quién está contra ustedes». Así se dirigió Barack Obama a los hispanos buscando movilizar el voto de esta comunidad de cara a las legislativas de noviembre.

Pero el presidente lo tiene difícil. Los votos hispanos fueron determinantes en su victoria en las presidenciales del 2008, pero muchos de esos votantes están ahora descontentos porque no se ha avanzado en la reforma migratoria que el demócrata prometió durante su campaña.

Los demócratas lo saben y ante las próximas legislativas están haciendo un esfuerzo por volver a convencer a aquellos votantes. Obama dedicó su discurso en la noche del miércoles (madrugada de ayer en España) en la gala del Caucus Hispano del Congreso, el grupo legislativo representante de la ya primera minoría de EE.?UU., precisamente a eso.

El presidente resucitó su lema «Sí se puede» para prometer que no cejará en su empeño de aprobar la reforma migratoria e insistió en echar la culpa del fracaso a los republicanos, en un discurso muy electoralista.

Ante la falta de una reforma migratoria, la Dream Act, una ley que legalizaría a miles de estudiantes indocumentados, está siendo utilizada por los demócratas como un cebo político para atraer los votos hispanos. Obama anunció su apoyo a esta ley, que permitiría a los jóvenes sin visado que residen en el país desde al menos cinco años y entraron antes de los 16 años acceder al Ejército y a la universidad.

La Dream Act fue presentada a votación en el 2007 en el Congreso, pero no fue aprobada. Pero el líder de los demócratas en el Senado, Harry Reid, ha anunciado que la presentará de nuevo la próxima semana como una enmienda a la ley de gastos de defensa. Incluso aunque no consiguieran su aprobación, los demócratas pretenden usar su presentación como una prueba de sus esfuerzos por mejorar las condiciones de los inmigrantes irregulares. Además, Obama se reunió ayer con algunos legisladores hispanos: el único latino del Senado, Robert Menéndez, y los congresistas Nydia Velázquez y Luis Gutiérrez. La reunión tenía como objetivo debatir la situación actual de los inmigrantes, cuando se calcula que cada día se deporta una media a 1.100 sin papeles y la pretensión de Menéndez de presentar un nuevo proyecto de ley de reforma migratoria en el Senado antes de final de mes.

El nuevo proyecto será similar al que Menéndez, Reid y Charles Schumer presentaron hace unos meses, aunque más flexible de cara a poder establecer una negociación con los republicanos.

Durante su discurso, Obama arremetió duramente contra la oposición republicana, a la que calificó como la formación del «no se puede». «No crean que las próximas elecciones no son importantes, no olviden quiénes son sus amigos», insistió, y repitió, en español: «No se olviden».