Sarkozy abronca a Barroso por cuestionar la expulsión de gitanos

Juan Oliver BRUSELAS/LA VOZ.

INTERNACIONAL

Acusó a la Comisión de «herir a Francia» al compararla con la Alemania nazi y la deportación de judíos

17 sep 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

La polémica por la expulsión de gitanos rumanos y búlgaros ordenada por el Gobierno francés se desplegó ayer en toda su amplitud en el seno del máximo máximo órgano de decisión de la UE. El Consejo Europeo, que reúne a los jefes de Estado y de Gobierno de los Veintisiete y que había sido convocado de manera extraordinaria para abordar asuntos relacionados con la economía, registró una de las trifulcas más sonadas que se recuerdan en Bruselas, y que acabó solapando el debate económico.

Durante el almuerzo de los líderes, el presidente galo, Nicolas Sarkozy, pidió la palabra para defender a su país, para subrayar que las deportaciones se ajustan al derecho francés y europeo y, sobre todo, para criticar airadamente a la Comisión, que el pasado martes anunció que abriría a París un expediente de infracción por violar las normas que garantizan la libre circulación de ciudadanos y que los protegen de medidas discriminatorias por su raza o nacionalidad.

Gitanos y judíos

Según Sarkozy, la Comisión ha «herido a Francia» con las declaraciones de la vicepresidenta Reding, que ocupa la cartera de Justicia, Derechos Humanos y Ciudadanía, y que comparó las expulsiones y el desmantelamiento de campamentos gitanos con los éxodos de judíos durante la Segunda Guerra Mundial.

Acto seguido, el jefe del Ejecutivo comunitario, José Manuel Durão Barroso, salió en defensa del organismo que preside, y, en tono más moderado, apeló al diálogo y al buen talante para solucionar el problema, y recordó que tanto él como Reding ya se habían disculpado por las palabras de la vicepresidenta.

Aunque el propio Sarkozy negó al término del encuentro que se hubiera enfrentado a Barroso, varias fuentes aseguraron que el rifirrafe se había producido, y que de hecho fue el mandatario francés quien forzó la intervención de Barroso. «Sí que hubo una disputa, por no decir una bronca», resumió el primer ministro búlgaro, Boyko Borissov.

Insistencia

Lo cierto es que la insistencia de Sarkozy forzó a los Veintisiete a adoptar una medida que no estaba prevista: convocar una reunión extraordinaria de ministros, para la que aún no se ha puesto fecha, sobre la situación de los gitanos en Europa. Según el secretario general del Consejo Europeo, el laborista finlandés Thorbon Jagland, esa cumbre tratará de «proponer acciones concretas para mejorar la situación social y económica de los gitanos».

Con esa reunión, Sarkozy ganará tiempo y podrá escudarse en otros países, al extender el problema a toda la Unión y evitar la inminente apertura del expediente anunciado por la Comisión. Ayer, el presidente galo incluso adelantó que Alemania planea seguir sus pasos:?«[La canciller Angela Merkel] me dijo que tiene la intención de desmantelar campamentos en las próximas semanas», anunció. Merkel, sin embargo, a través de un portavoz negó esa conversación.

El presidente de Rumanía, Traian Basescu, dijo estar satisfecho por el consenso de buscar una integración para los gitanos a nivel comunitario.