HRW denuncia los abusos de la policía contra las prostitutas en Camboya

EFE

INTERNACIONAL

En el estudio se recogen los testimonios de 90 prostitutas de Phnom Penh y otras tres provincias, y en todos los casos se denuncian como habitual el pago de sobornos o robos por parte de los agentes.

20 jul 2010 . Actualizado a las 11:09 h.

La organización Human Rights Watch (HRW) denunció hoy los abusos que sufren las prostitutas en Camboya por parte de la policía, tales como violaciones, palizas, extorsión y detenciones ilegales.

En la presentación del informe «Fuera de la Calle», la organización defensora de los derechos humanos pidió al Gobierno que investigue estos actos y ponga fin a la impunidad de los que abusan de las mujeres llevándoles ante la justicia.

«Aquellos que deberían proteger a las trabajadores sexuales de la violencia y otros abusos son, en realidad, los que más daño les causas», dijo la directora en Asia de HRW, Elaine Pearson.

En el estudio se recogen los testimonios de 90 prostitutas de Phnom Penh y otras tres provincias, y en todos los casos se denuncian como habitual el pago de sobornos o robos por parte de los agentes.

«Desde hace demasiado tiempo la policía y otras autoridades han detenido y encarcelado prostitutas ilegalmente, las han golpeado, abusado sexualmente de ellas y robado su dinero y otras posesiones», dijo Pearson.

La secretario de estado del Ministerio del Interior, Chou Bun Eng, mostró la disposición del Gobierno a atender las denuncias y dijo que «si encontramos que la queja coincide con nuestra investigación, luego deberemos pasar a la acción».

Chou pidió, no obstante, que se denuncie a los agentes con nombre y apellidos ya que «no todos los policías hacen lo mismo. Tenemos que ir sólo en contra de aquellos que hacen algo malo».

El estudio denuncia que la ley antitráfico de personas y explotación sexual de 2008, que en la práctica ilegalizó la prostitución en el país, se ha convertido en la justificación de este acoso.

«Las autoridades deben reconocer que criminalizar a alguien por ofrecer sus servicios sexuales es la manera para que continúen los abusos contra los derechos humanos», añadió Pearson, que pidió que se reconsidere esta ley.

La mayoría de los malos tratos detectados tuvieron lugar en el centro de detención de Prey Speu, en las afueras de la capital, del que HRW pidió el cierre.

En este centro, además de prostitutas, se encierra a niños de la calle, mendigos y sin techo detenidos durante batidas que la policía hace periódicamente para «embellecer» las zonas turísticas de la ciudad.