«Fariñas se puede romper en cualquier momento»

M.?L. Paz REDACCIÓN/LA VOZ.

INTERNACIONAL

04 jun 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Guillermo del Sol es un cubano opositor que comenzó una huelga de hambre el 30 de mayo, en solidaridad con Guillermo Fariñas, que ayer cumplió 100 días de ayuno. Hace un tiempo estuvo preso 21 días. Trataron, dice, de vincularlo a una causa común. El delito, comprar carne para su hijo enfermo.

-Apoya el ayuno de Fariñas

-Al cien por cien. Su salud se está depauperando a un ritmo muy progresivo y la solución a la crisis de Cuba es una amnistía para los presos políticos. Hoy mejoró algo, pero se mantiene grave. Fariñas es una porcelana fina que se puede romper en cualquier momento.

-¿Cómo se encuentra en su quinto día de ayuno?

-Decaído, con síntomas de deshidratación, soy hipertenso severo y asmático. Me duele el costado izquierdo por fracturas y una lesión en el pulmón a raíz de un accidente.

-¿Llevará su protesta hasta las últimas consecuencias?

-Así mismo. Yo decidí no esperar a que se muriese Fariñas. No quiero que haya otro Orlando Zapata y, si vamos a morir, moriremos varios.

-¿Sirve de algo?

-Sí, como no. Somos cubanos y humanos, y estamos dispuestos a dar la vida por nuestros hermanos y con eso el mundo tiene que tomar consciencia de lo que vive el pueblo cubano.

-¿Qué opina de la mediación de la Iglesia con Castro?

-Hay tibieza. El proceso es una maniobra del Gobierno para aprobar ante la opinión pública, por eso decidí declararme en huelga de hambre y sed para que liberen a los 26 presos políticos enfermos.

-¿Pero la ve positiva?

-Si soy realista, es positiva, humanitaria. Sin embargo, hay que estar a la expectativa para ver si se deja usar para estirar el chicle o para alcanzar pautas adecuadas.

-¿Y del traslado de presos?

-En general beneficia a las familias porque Cuba vive la crisis económica más grande en 50 años, lo que puede provocar un estallido social. Mire, en el pueblo cubano hay hambruna en estos momentos. Y para cualquier traslado de La Habana a Oriente hacen falta unos 3.000 pesos. Buscar eso es sacar lágrimas de una piedra. La ley establece que los presos deben estar en su provincia, por lo que el Gobierno no está haciendo nada fuera de lo común.

-Hay esperanza de alguna excarcelación, ¿no?

-Seguimos a la expectativa, a ver qué pasos da el Gobierno. De Ariel Sigler Amaya, que está muy grave, trascendió que están esperando para liberarlo, pero no sé a qué esperan, porque está agonizando. Y la situación no se resuelve excarcelándolo, hay que hospitalizarlo. El Gobierno tiene miedo de dejarlo salir porque ¡Dios sabe lo que le han hecho!