Elizardo Sánchez estuvo preso por opinar. Dice con humildad que «nada más ocho años y medio», porque tiene amigos condenados a 28. En 1972 cometió el delito de criticar a Fidel Castro y a la Policía Secreta. En 1980 volvió a una celda para sobrevivir seis años. Es el primer disidente que convocó a la prensa internacional. Quienes acudieron fueron expulsados. En 1989 fue detenido por oponerse a cuatro fusilamientos.
-¿A qué responde el baile de cifras de presos?
-Esa cifra es secreta, solo la sabe el Gobierno. Cuando llegó Fidel había 14 prisiones pequeñas y 4.000 reclusos. Ahora hay 200 cárceles y campos de reeducación. Ciframos los presos en 80.000; y los fusilados, entre 3.000 y 5.000. AI tiene adoptados a 64 presos de opinión. A veces nos piden una relación de los más enfermos y es como hacer la lista de Schindler.
-Fue acusado de agente
-Esa campaña la montó el comandante Fidel. Por intentar hablar con el régimen, dio la orden de grabarme para decir que era colaborador. Lo que hice fue decirle a España, Alemania, Francia, Canadá y EE.?UU. que iniciaba conversaciones. Lo escucharon con entusiasmo, excepto uno [no España] que me dijo que podía ser una trampa. Yo no tenía nada que perder, el riesgo era calculado y sabía que tomaban fotos.
-¿Sigue vigilado?
-Mi teléfono está tomado desde 1967, me lo han dicho oficiales de la Policía Política, y esta conversación está siendo grabada.
[Gracias, entonces no podré volver a Cuba].
-Sí, como turista.