Los médicos dicen que Berlusconi está más grave de lo que se informó al principio

EFE

INTERNACIONAL

El primer ministro italiano, que permanecerá ingresado al menos 24 horas más, perdió medio litro de sangre tras haber recibido una agresión con una estatuilla.

14 dic 2009 . Actualizado a las 17:35 h.

El presidente del Gobierno, Silvio Berlusconi, continuará hospitalizado por lo menos un día más, debido a la agresión que sufrió en la tarde del domingo en Milán tras un mitin y que sus aliados han considerado que es fruto del clima de «odio y tensión» que se respira en el país.

El primer ministro iba a ser dado de alta este lunes, pero los médicos han decidido mantenerle en observación y mañana evaluarán de nuevo sus condiciones, según informó el doctor Alberto Zangrillo, jefe del departamento de Terapia Intensiva del hospital San Raffaele, de Milán, donde se encuentra hospitalizado.

«Mañana decidiremos, pero no es seguro que le demos el alta. Las consecuencias (del golpe) son más graves de lo que habíamos pensado en un primer momento, por lo que no se espera el alta antes de 24 ó 36 horas», añadió Zangrillo.

La agresión al mandatario le ha producido un corte en el labio, la rotura del tabique nasal y de dos dientes de la arcada superior, lo que le causa dolor de cabeza y le hace difícil comer, según el parte médico.

Aunque, según refirió el presidente del Senado y dirigente de su partido, Renato Schifani, «más allá del dolor físico, lo que hace sufrir a Berlusconi es el odio político que se ha transformado en una agresión».

Zangrillo precisó que «los signos vitales se mantienen estables y en la norma y la TAC que se le ha realizado ha mostrado la fractura del tabique nasal y de dos dientes de la arcada superior». Asimismo, Berlusconi, según el parte médico, «ha registrado una disminución del valor del hematócrito, debido a la sangre que perdió tras el trauma», medio litro según el médico, y «se está sometiendo a una terapia con antibióticos y analgésicos».

Berlusconi se ha levantado con dolor de cabeza y molestias en las heridas de la cara y Zangrillo explicó «que se nutre con dificultad».

Clima de tensión

Un clima de tensión que incluso, según desveló el portavoz del primer ministro, Paolo Bonaiuti, había hecho pensar a Berlusconi que le podría pasar algo.

«Paolo, ¿no sientes la tensión?, qué clima de violencia, qué espiral de odio nos rodea. ¿No piensas que puede pasar algo?», comentó Berlusconi antes de llegar ayer al mitin en la Plaza del Duomo de Milán, según aseguró Bonaiuti al canal de televisión Canale 5, propiedad del primer ministro.

Los correligionarios de Berlusconi coincidieron hoy en que la agresión no es el gesto aislado de Massimo Tartaglia, un hombre de 42 años que sufre de problemas mentales y que fue quien le arrojó la estatuilla que le hirió, sino que se deriva de la creciente atmósfera de «odio» contra el primer ministro que se vive en el país.

«La responsabilidad de la vergonzosa y criminal agresión de Milán no puede ser atribuida sólo a quien ha atacado físicamente a Berlusconi. Las campañas de odio, la agresión periodística, el lenguaje descabellado (...). Podemos dar nombres, lugares y episodios que han preparado este gesto», según un comunicado de los senadores del Pueblo de la Libertad, partido del primer ministro.

Para el titular de Defensa, Ignazio La Russa, no se trata de un gesto aislado, «porque lo más grave es el clima de odio del que nace».

Según los conservadores, el principal causante de este «clima de odio», es el líder del partido opositor «Italia de los Valores» (IdV), el ex magistrado Antonio Di Pietro, quien condenó la agresión, pero añadió que Berlusconi con su comportamiento y con su actitud «instiga la violencia».

Aunque todos los representantes de la oposición declararon su solidaridad a Berlusconi, también desataron la polémica las declaraciones de Rosy Bindi, presidenta del primer grupo opositor, el Partido Demócrata (PD), quien consideró que Berlusconi y su Gobierno deben «se tienen que sentir responsables» del supuesto clima de odio.

«Berlusconi es víctima del gesto aislado de una persona psicológicamente frágil y es evidente que no existe algún instigador. Si se quiere hacer una honesta reflexión sobre el clima político todos se tienen que sentir responsables, incluidos el presidente del Gobierno y su mayoría», dijo Bindi.

Para el ministro del Interior, Roberto Maroni, el «clima de intolerancia» que se vive en Italia ha sido una de las causas de la agresión a Berlusconi y señaló que «le podían haber matado».

Maroni también anunció que está estudiando medidas para bloquear los sitios de Internet que fomenten la violencia, en referencia a la creación de portales y grupos en redes sociales como Facebook que aplauden el gesto de Tartaglia.

Otra de los debates de hoy en el país es si hubo o no fallos en el dispositivo de seguridad del presidente del Gobierno, a pesar de las dificultades de gestionar los frecuentes baños de multitudes que protagoniza Berlusconi.

Maroni explicó que se estudiarán los posibles errores, pero añadió que «Berlusconi tiene todo el derecho de acercarse a sus seguidores, porque esto es la democracia y la política»