La organización Human Rights Watch (HRW) pidió ayer a Brasil adoptar medidas para poner fin a la impunidad de los asesinatos de civiles practicados por la policía, que tan solo en los estados de São Paulo y Río de Janeiro sumaron más de 11.000 casos entre el 2003 y el 2008. En un informe divulgado ayer, HRW sostiene que la mayoría de las muertes de civiles justificadas por la policía como resultantes de legítima defensa ante la resistencia de delincuentes fueron en realidad «ejecuciones extrajudiciales».
Esa conclusión se basa en el análisis de los informes de médicos forenses que examinaron a víctimas de supuestos «enfrentamientos armados» con la policía, y que revelaron que muchas de ellas fueron asesinadas con tiros a quemarropa, lo que excluye la hipótesis de resistencia.
«En los últimos cinco años, por ejemplo, hubo más asesinatos atribuidos a ''resistencia'' en el estado de São Paulo (2.176) que muertes de sospechosos en toda Sudáfrica (1.623), un país con un índice de asesinatos mucho más elevado que el de São Paulo», apunta el informe.