La guerrilla de las FARC utiliza armas de 27 países, entre ellos Venezuela, Brasil y Ecuador
INTERNACIONAL
La guerrilla de las FARC utiliza armas de 27 naciones, entre ellas Venezuela, Ecuador y Brasil, que han sido confiscadas por las autoridades colombianas en diferentes operativos contra los insurgentes. El informe se conoce cuando las relaciones entre Bogotá y Caracas están congeladas por decisión del presidente Hugo Chávez, a raíz del anuncio sobre el decomiso de los lanzacohetes suecos y los planes de Colombia de permitir a Estados Unidos el uso controlado de tres bases militares.
Durante este año y a través de Interpol, el Gobierno colombiano ha enviado 209 comunicaciones a 27 países para preguntarles por el origen de las armas incautadas a los rebeldes. Naciones como Corea del Norte o Venezuela no han respondido algunas de las circulares.
«Tenemos respuesta a 177 requerimientos, pero hay otros enviados a países que, de antemano, sabemos que no nos van a contestar», precisó al diario El Tiempo uno de los funcionarios encargados del rastreo.
Las autoridades han decomisado a los rebeldes explosivos ecuatorianos, munición venezolana y brasileña, cohetes antitanque de origen estadounidense, ruso, sueco y chino, fusiles rusos, búlgaros, chinos y coreanos. «Los traficantes, aunque con mayores riesgos, siguen viendo a la guerrilla como un llamativo cliente».
Tanto así que Monzer al Kassar y Víctor Bout, los dos más grandes mercaderes de armas del mundo, fueron capturados en operaciones en las que agentes de la DEA simularon ser fichas de ese grupo ilegal», precisó el diario.
Implicación de Caracas
En las próximas semanas, las autoridades colombianas fundirán unos 300 fusiles incautados a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y que pertenecieron a las autoridades venezolanas. Según el informe, los rebeldes siguen sacando avionetas cargadas con cocaína y regresando al país con armas para sus filas.
El presidente de Bolivia, Evo Morales, defendió ayer a sus colegas Rafael Correa (Ecuador) y Hugo Chávez de denuncias sobre supuestos vínculos con la guerrilla de las FARC y lanzó una acusación implícita contra el Gobierno de Álvaro Uribe.