Evo Morales advierte que se puede desencadenar una lucha armada

EFE

INTERNACIONAL

Responsabiliza del golpe al «imperialismo» y reclama la renuncia de los golpistas.

23 jul 2009 . Actualizado a las 23:50 h.

El presidente de Bolivia, Evo Morales, ha advertido de que la situación que vive Honduras «puede desembocar en una lucha armada», por lo que ha reclamado la renuncia de los golpistas como única alternativa para el país centroamericano.

«Yo calculo que esto puede desembocar en una lucha armada. Yo tengo mucho miedo. Y la derecha, los oligarcas hondureños y militares deberían hacer una profunda reflexión sobre lo que viene después», ha destacado Morales en una conferencia de prensa en La Paz.

A su juicio, si se quiere evitar cualquier levantamiento armado en Honduras, «no hay otra alternativa» que la renuncia de los golpistas. «Que los militares entiendan el pedido clamoroso» del pueblo hondureño, ha afirmado.

Tras criticar la «soberbia de los golpistas y de la derecha hondureña», Morales ha responsabilizado del golpe al «imperialismo» y se ha mostrado convencido de que la base militar estadounidense en Honduras sí habría reaccionado si una guerrilla de la izquierda hubiera tomado el poder.

«Como la derecha da el golpe, los militares norteamericanos que tienen su base militar en Honduras no hacen nada. Esa es la mejor prueba de la participación del imperialismo norteamericano en el golpe de estado en Honduras», ha manifestado.

Ha explicado que, si «el imperio» quisiera, el depuesto presidente, Manuel Zelaya, podría volver a Honduras bajo la protección de «los más de mil militares norteamericanos» que, según dijo, están en la base estadounidense de Honduras.

«Estoy viendo que una cosa es Obama y otra cosa el imperialismo, la estructura del imperialismo en Estados Unidos que opera antidemocráticamente», ha señalado el gobernante boliviano.

Morales ha respaldado la posición de la Organización de Estados Americanos (OEA) sobre el golpe en Honduras y se adhirió a la postura de no reconocer a ningún gobierno que surja de la ruptura institucional ocurrida en este país.

El conflicto hondureño se originó el 28 de junio pasado cuando el Ejército detuvo y expulsó del país a Zelaya, quien después fue destituido por el Congreso, que nombró a Roberto Micheletti.

La comunidad internacional ha condenado estos hechos como un golpe de Estado, no ha reconocido al Gobierno de Micheletti y ha exigido el retorno de Zelaya a la silla presidencial.