EE.UU. lanza en Afganistán la mayor ofensiva de marines desde Vietnam

Ben Sheppard

INTERNACIONAL

Decenas de aviones y helicópteros llevan a 4.000 infantes al valle del río Helmand, el mayor bastión talibán

03 jul 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

No había amanecido cuando decenas de aviones y helicópteros procedentes de distintas bases de las fuerzas internacionales en Afganistán empezaron a dejar a unos 4.000 marines estadounidenses en el valle del río Helmand. Esta acción supone el inicio de la operación Janjar (puñalada en dari o pastún), la ofensiva aerotransportada más importante del cuerpo de marines desde la guerra de Vietnam. Es también la mayor operación militar desde que Barack Obama llegó a la Presidencia de EE.?UU., la primera en el marco de la estrategia para Afganistán diseñada por la nueva Administración y tiene lugar a escasas semanas de las elecciones presidenciales.

La misión de la ofensiva, en la que participan también unos 650 policías y soldados afganos, consiste en establecer una serie de bases y permanecer en Helmand a fin de mejorar y estabilizar a largo plazo la seguridad en esa provincia, considerada uno de los bastiones talibanes y la principal productora de opio del país. Ante la nueva ofensiva, el Ejército paquistaní ordenó la movilización de tropas para reforzar su frontera con Afganistán e impedir que los talibanes huyan de Helmand. «Nuestros soldados vigilarán las montañas que los talibanes podrían utilizar para infiltrarse en la provincia de Beluchistán», señaló un portavoz militar.

La primera fase de la operación Janjar debería durar 36 horas, indicaron los oficiales, y los objetivos principales son los distritos de Garmser y Naua, pegados a las zonas tribales del noroeste de Pakistán, desde donde los talibanes atacan con frecuencia desde sus retaguardias. Estos distritos son feudos de los insurgentes, donde las fuerzas internacionales nunca lograron penetrar de manera duradera. En el distrito de Naua, los oficiales estadounidenses consideran que hay entre 300 y 500 combatientes talibanes.

«Lo que diferencia la operación Janjar de las anteriores es el tamaño de las fuerzas y su velocidad», afirmó el general Larry Nicholson, que dirige el cuerpo de los marines. Nicholson aseguró que las primeras horas de la operación se desarrollaron sin problemas. Solo dos soldados resultaron conmocionados por la explosión de una mina: «Es todo lo que tenemos por ahora», afirmó durante una conferencia de prensa en Campo Leatherneck.

Unas diez horas después del inicio de la ofensiva, el portavoz de los marines, el teniente Abe Sipe, también relató que las tropas encontraron una «resistencia esporádica y leve con pequeñas armas de fuego». Los marines se apoderaron sin resistencia del distrito de Janishin.

Por otra parte, un comandante talibán reivindicó la captura de un soldado estadounidense, cuya desaparición había sido advertida hace tres días. Junto al norteamericano se encontraban tres guardias afganos. Según la versión de los talibanes, estaban borrachos y se encontraban desarmados cuando fueron atacados.