La OTAN lanzará la operación Escudo del Océano contra los piratas somalíes

AFP

INTERNACIONAL

Reforma el mando militar de la ISAF para que Estados Unidos disponga de un mayor control

13 jun 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

La OTAN lanzará una operación a largo plazo contra los piratas somalíes, bautizada Ocean Shield (Escudo del Océano). La misión, que durará un año, comenzará a principios de julio. Supone que el Grupo Naval Permanente Número 2 de la Alianza (SNMG2) tomará el relevo del SNMG1, desplegado a lo largo de Somalia desde el 24 de marzo y que debe terminar el 28 de junio. Seis países participan en la operación, a la que España solo contribuirá a través del personal que tiene desplegado en el cuartel general de Northwood (Reino Unido). Ello implica que la fragata Blas de Lezo deje de cumplir sus funciones de vigilancia en el área.

Según fuentes diplomáticas, los países que participarán en la nueva misión son Estados Unidos, Grecia, Italia, Gran Bretaña, Turquía y Alemania. Canadá y Ucrania podrían unirse. La OTAN, no obstante, debe determinar aún qué países y con qué medios asumirán la operación Ocean Shield más allá de los meses que dura generalmente la guardia del SNMG2. El secretario general de la Alianza, De Hoop Scheffer, cuyo mandato acaba a finales de julio, indicó que insistió a los miembros de la organización para que la OTAN mantenga una presencia permanente en la región del golfo de Adén, por donde transitan anualmente veinte mil barcos de comercio.

Por otra parte, los ministros de Defensa de la OTAN acordaron reformar el mando militar de la fuerza aliada en Afganistán, a propuesta de Estados Unidos, que se prepara para ejercer un mayor control sobre la ISAF.

El presidente estadounidense, Barack Obama, que hizo de Afganistán su frente prioritario al llegar a la Casa Blanca, ordenó el refuerzo masivo de las tropas estadounidenses en el país. De aquí a finales del 2009, alcanzarán los 68.000 soldados. La Administración estadounidense reconoció que a sus aliados europeos, australianos y canadienses, que cuentan con unos 33.000 militares en total, les resultaría difícil implicarse de la misma forma.

Durante una cena con sus colegas de la Alianza, el jefe del Pentágono admitió implícitamente los riesgos de desequilibrios en el seno de la ISAF. Sin embargo, reiteró que un dominio estadounidense en las operaciones afganas «no es del interés de Estados Unidos».

Washington apreciaría en realidad un refuerzo militar paralelo de los europeos, según el portavoz de la OTAN, James Appathurai, pero no parecen estar por la labor.