Libia renuncia a seguir buscando a los 213 emigrantes que naufragaron

María Signo

INTERNACIONAL

El Gobierno de Berlusconi confía en que estos viajes concluyan con las patrullas mixtas a partir de mayo

01 abr 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Las esperanzas de hallar con vida a alguno de los 213 inmigrantes indocumentados dados por desaparecidos al naufragar la barcaza en la que habían partido el domingo de Libia hacia las costas italianas es ya prácticamente nula. El barco zozobró a unas 50 millas de Trípoli y ayer las operaciones de rescate de los guardacostas de ese país fueron dadas por concluidas. Además se excluye la posibilidad de que alguno lograse alcanzar la orilla a nado.

En la embarcación de madera, con capacidad para 50 personas se apiñaban 257 emigrantes cuando naufragó. Así lo confirmaron los guardacostas libios que dirigieron las operaciones de socorro. De momento, se salvaron tan solo 23 personas y se recuperaron los cuerpos de 21.

Estos son los únicos datos ciertos, según informó el responsable de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) en Trípoli, Laurence Hart.

En la vieja barcaza había indios, paquistaníes, somalíes, eritreos, egipcios, tunecinos, argelinos y de otros nacionalidadades. La embarcación había salido de una localidad próxima a Trípoli, y después de tres horas de navegación habría naufragado cerca de las costas de Libia.

Fuertes vientos

Además, la autoridades libias aseguraron haber perdido el contacto con otras dos embarcaciones que fueron avistadas en la zona, aunque se desconoce si son barcos de pesca o de transporte de indocumentados. Pero podrían estar en peligro dado el mal estado del mar y los fuertes vientos. «Podrían solamente estar lejos, en zona de pesca. Nadie puede dar informaciones ciertas», afirmó Hart.

Mientras, siguen los desembarcos en las costas italianas. En las últimas horas, más de 300 inmigrantes llegaron a las parte oriental de Sicilia, los que se suman a los 222 que el lunes alcanzaron la isla de Lampedusa.

A bordo de una de las embarcaciones que llegó a Sicilia había 153 personas, que fueron trasladadas al pabellón de deportes del Ayuntamiento de Pozzallo. En la segunda de las naves viajaban 249 personas, entre ellas 3 embarazadas y 8 menores.

El ministro del Interior, Roberto Maroni, puso ayer fecha para el fin de los desembarcos. Será el 15 de mayo, cuando entre en vigor el acuerdo firmado el pasado verano entre Silvio Berlusconi y el coronel Muamar Gadafi. En ese convenio se incluye la creación de patrullas mixtas que controlarán las costas libias.

Sobre la efectividad de las mismas, el portavoz de la OIM, Jean-Philippe Chauzy, expresó ayer algunas dudas: «Este tipo de control tiene un efecto perverso que obliga a las redes de inmigración clandestina a buscar otras rutas aún más peligrosas». Chauzy señaló como necesaria «una gestión de movimientos migratorios de las personas que buscan trabajo».