Un alumno perpetra una matanza escolar en Alemania con 15 muertos

Enrique Müller

INTERNACIONAL

Merkel expresa su profunda consternación y ordena que las banderas ondeen hoy a media asta

12 mar 2009 . Actualizado a las 13:17 h.

Alemania volvió a vivir ayer un drama sangriento, que solo parecía estar reservado a Estados Unidos, cuando Tim Kretschmer, de 17 años, mató a 15 personas. Vestido con un traje militar de camuflaje negro, entró a su ex colegio de Winnenden, en el sur del país, se dirigió a tres aulas y comenzó a disparar de forma indiscriminada. El balance de la matanza escolar que estremeció al país es de nueve alumnos, de entre 14 y 15 años, muertos en el acto, al igual que tres maestras. Ocho alumnas resultaron heridas y un adulto pereció cuando el joven le disparó en su huida del edificio.

Después de matar a un transeúnte cerca de un hospital psiquiátrico, la matanza escolar culminó con otro drama humano, en Wendlinger, a 40 kilómetros, cuando la policía puso fin a la huida del joven asesino. Después de recorrer esos kilómetros en un coche robado, el muchacho abandonó el vehículo en un concesionario de Volkswagen, donde mató a una dependienta y a un cliente con la pistola Beretta que había sacado del arsenal legal de su padre.

La bucólica vida de Winnenden, pequeña ciudad a 20 kilómetros al sureste de Stuttgart y habitada por 25.000 personas, quedó hecha trizas a las 09.30 horas de ayer cuando unos 600 alumnos del instituto Albertville estaban en las aulas. La policía recibió la primera llamada de auxilio a las 09.33 horas, pero cuando varios vehículos repletos de agentes llegaron al centro, el asesino se había ido. Fueron movilizados más de 1.000 policías para localizarlo, la escuela fue evacuada, la policía acordonó el centro histórico de la ciudad y alertó por la radio local a los automovilistas.

Poco después del mediodía, Wendlingen fue testigo de un tiroteo de una película de Hollywood. Después de matar a la dependienta y al cliente, el joven se enfrentó a la policía, hirió a dos agentes y después de ser herido él en una pierna se suicidó.

La canciller Angela Merkel expresó su «más profunda consternación» y dijo que «era un día de luto para toda Alemania». Para hoy decretó que las banderas ondeen a media asta. El presidente Köhler y el jefe del gobierno de Baden Württemberg enviaron condolencias a los familiares de las víctimas. A ellas se sumó toda Europa.