Obama quiere dar cobertura médica a cinco millones de niños de EE.UU. sin seguro

Tatiana López

INTERNACIONAL

31 ene 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Siguiendo con el discurso de justicia social que ha promovido en sus primeros días de gobierno, el presidente de EE.?UU., Barack Obama, podría firmar en breve una nueva ley que permita ampliar el seguro médico a más de cinco millones de niños de su país. La puerta para que esta iniciativa sea posible la abrió el jueves el Senado estadounidense tras aprobar por 62 a 32 votos un texto que incluye la provisión de 32.800 millones de dólares destinados a los servicios médicos infantiles, y cuyo coste sería sufragado gracias a una subida del impuesto del tabaco.

Más concretamente, lo que la Cámara propone es aumentar en 36 centavos el precio de cualquier cajetilla para poder dar servicio sanitario a aquellos menores que en estos momentos no cuentan con una cobertura adecuada. Según fuentes del Congreso, la ley, que será llevada a la Cámara de Representantes la semana que viene, podía estar en la mesa del presidente a principios de febrero.

Y es que no dejar ni a un solo niño fuera de los hospitales fue una de las principales promesas que Barack Obama hizo durante la campaña electoral, en la cual habló incluso de la creación de una seguridad social universal para menores. Una idea que, de momento, no parece factible ya que, incluso con la nueva regulación, al menos otros cinco millones de niños seguirán sin disfrutar de las ventajas de un seguro médico. Aún, así el texto del Senado sí incluirá reformas que afectan a los hijos de los inmigrantes irregulares, que a partir de ahora podrán acceder directamente a cualquier ayuda gubernamental sin tener que esperar un período de cinco años, tal y como establecía la ley anterior.

Para justificar esta cláusula, los demócratas han aducido que muchos de estos niños serán con el tiempo ciudadanos estadounidenses, por lo cual es deber de la nación cuidar de su salud. Ya con anterioridad ideas similares habían tratado de ponerse en marcha durante la Administración Bush, pero el antiguo presidente vetó en dos ocasiones el programa para ampliar los beneficios.