Hay una nueva frontera para Estados Unidos, pero rígidamente anclada en sus mitos fundacionales. Barack Obama trazó en su discurso un hilo invisible del que colgaron fugazmente las palabras contra el miedo de su admirado Franklin Delano Roosevelt cuando juró por primera vez su cargo para tratar de superar la Gran Depresión («Lo único a lo que debemos temer es al miedo»); la célebre frase de Kennedy referida al esfuerzo colectivo («No preguntes lo que tu país puede hacer por ti, pregunta lo que tú puedes hacer por tu país»); y, por supuesto, Martin Luther King y su lucha por los derechos civiles.
Pero en el discurso de Obama tan solo aparece una frase textual, un bello extracto escrito por el célebre revolucionario Thomas Paine, el verdadero t hink tank de los independentistas americanos. «Que se cuente al mundo del futuro que en la profundidad del invierno, cuando no podía sobrevivir nada más que la esperanza y la virtud, la ciudad y el campo, alarmados ante la amenaza común, dieron un paso adelante para hacerle frente».
Este panfleto, escrito en 1776 en plena guerra de independencia, fue leído a las tropas rebeldes por orden directa de George Washington, como recuerda Obama en su discurso. Y parece que la encendida prosa de Thomas Paine tuvo un gran efecto en la maltrecha moral de los americanos republicanos, que debían enfrentarse a la decisiva batalla de Trenton tras sus derrotas en Nueva York. También conjuró los riesgos de división de los revolucionarios y animó a los neutrales a unirse a la causa americana.
La elección de la cita no puede ser más simbólica ni oportuna. El célebre panfleto, guardado celosamente en la biblioteca del Congreso, se tituló La crisis americana , y sus palabras sirven 232 años después para volver a fortalecer la moral de los americanos frente a una nueva crisis que no solo es económica. Aunque para evitar resonancias negativas en un día tan señalado, el redactor del discurso obvió las últimas dos palabras de Paine, repulse it (rechazarla). El inicio del texto revolucionario, no obstante, es aún mejor que la frase elegida por Obama. «Estos son tiempos de prueba para saber lo que de verdad hay en nuestros corazones. Un soldado sin convicción y un patriota de salón se acobardarán en momentos como estos; pero quien sea capaz de resistir ahora merece todo el respeto y gratitud».