La detención de un diputado «tory» destapa las maneras poco ortodoxas de Scotland Yard
INTERNACIONAL
La detención la pasada semana de un parlamentario conservador como parte de una investigación policial para esclarecer una serie de filtraciones desde el Ministerio del Interior británico continuaron ayer levantando ampollas políticas. La ministra del Interior, Jacqui Smith, se vio obligada a señalar ante los Comunes que desconocía que el diputado Damian Green fuera a ser detenido. Horas antes, el presidente de la Cámara, Michael Martin, también se defendió de las acusaciones de haber permitido la entrada de la policía en el legislativo sin una orden judicial .
Las sospechas de que alguien estaba filtrando información confidencial del Home Office se tuvieron el 8 de octubre. A pesar de que el propio primer ministro, Gordon Brown, indicó que la información filtrada era de escasa importancia, Scotland Yard se tomó el tema como un problema de seguridad nacional. Los investigadores localizaron al topo -el funcionario Christopher Galley-, que reconoció que había pasado información a Damian Green, encargado de inmigración del partido tory .
El jueves pasado, sin conocimiento de la ministra ni de Downing Street, agentes de Scotland Yard detuvieron a Green en su circunscripción y registraron su vivienda y sus oficinas en Londres y en el Parlamento de Westminster, algo que Michael Martin aseguró que desconocía. El registro se hizo sin una orden judicial para poder acceder a los Comunes, mostrando solo un permiso firmado por Green.
El diputado tory fue puesto en libertad tras nueve horas detenido, pero la polémica sobre la manera en la que Scotland Yard actuó -se ha iniciado una investigación interna para esclarecer cómo procedió-, utilizando la legislación antiterrorista, ha servido la polémica en las últimas sesiones parlamentarias entre laboristas y conservadores y enfrentado al legislativo con Scotland Yard.
Los tories llegaron incluso a decir que la policía cameló a Galley para que acusara a Green de haberlo comprado para que le suministrara información de Interior. El líder conservador, David Cameron, también acusó a Brown de haber escondido la cabeza durante todo este suceso y de ser «demasiado venial» con la forma de actuar de la policía metropolitana.