Karadzic cuestiona su juicio porque nadie cree en su absolución

M.?R.

INTERNACIONAL

En el alegato de su defensa afirma que se siente víctima de una caza de brujas de los medios internacionales

02 ago 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

El ex líder político de los serbios de Bosnia, Radovan Karadzic, teme que EE.?UU. lo mate mientras lo juzga el Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia (TPIY), donde ve imposible un proceso justo, porque «nadie en la Tierra» cree en su absolución por culpa de la «caza de brujas» de los medios. Karadzic afirma esto y mucho más en un documento de cuatro páginas que, sin éxito, intentó leer el jueves durante su primera comparecencia ante los jueces y que ayer fue difundido por el TPIY.

En ese alegato, se considera víctima de una serie de «irregularidades» por parte de medios de comunicación bosnios e internacionales, de la Fiscalía y por la forma en que fue detenido, pero sobre todo por parte de la Casa Blanca, con la que, insiste, firmó un pacto que garantizaba su inmunidad.

El presunto criminal de guerra, de 63 años, acusa a EE.?UU. de intentar matarlo para que no desvelase que en 1996 Washington le ofreció un pacto según el cual tendría que desaparecer de la vida pública para no poner en peligro los acuerdos de Dayton, que pusieron fin a la guerra de Bosnia en 1995. A cambio, no sería juzgado por el TPIY, que el jueves negó cualquier tipo de vinculación con este presunto acuerdo, también desmentido por Washington.

«Me debía retirar no solo de la vida política, sino también de las oficinas del partido y desaparecer completamente de la esfera pública, no ofrecer entrevistas e incluso no publicar trabajos literarios; en una palabra, resultar lo suficientemente invisible para que los acuerdos de Dayton se aplicasen por completo», explica en el documento. Insiste en que el entonces mediador estadounidense Richard Holbrooke «manifestó en nombre de EE.?UU. que no sería juzgado ante este tribunal y que debería entender que durante un tiempo habría una fuerte retórica en mi contra», para que sus seguidores «no pudiesen romper la aplicación de los acuerdos».

El ex líder político de los serbobosnios explica que acató su parte del pacto «desde el primer día», pero que Estados Unidos, al verse incapaz de cumplir más compromiso que el de que no se prohibiera el Partido Democrático Serbio, se planteó eliminarlo para que no revelara la existencia del trato.

El plan B

«Está claro que, siendo incapaz de cumplir sus promesas [...], cambió [Holbrooke] al plan B: la liquidación de Radovan Karadzic», se lee en la nota, dirigida a los jueces para su defensa.

Karadzic se siente en peligro de muerte también en La Haya, porque considera que esa amenaza no es solo algo del pasado, sino que «hoy es todavía más fresca y fuerte». «Desconozco lo largo que es el brazo del señor Holbrooke [...] o si ese brazo puede alcanzarme aquí», indica para añadir que el citado pacto «se convirtió en una fuente de gran peligro para mi vida [...], la seguridad de mi familia e incluso de mis amigos».

Además de EE.?UU., Karadzic se siente víctima de una «caza de brujas» que, según él, comenzó cuando los medios musulmanes empezaron a llamarle «criminal de guerra» -«incluso antes de comenzar el conflicto armado» y cuando solo había víctimas serbias»- y que luego fueron secundados por medios internacionales.

Está convencido de que esa campaña, de la que «no podía defenderme», ha hecho «inimaginable» que el tribunal pueda absolverle, dado que el proceso ya está «dinamitado».