Campaña en Inglaterra contra las armas blancas, que costaron la vida a 15 adolescentes en Londres
INTERNACIONAL
En un intento por poner fin a la criminalidad con arma blanca entre los jóvenes británicos, que solo en Londres costó la vida a 15 adolescentes en lo que va de año, el Ministerio del Interior presentó ayer una campaña publicitaria valorada en unos 3,9 millones de euros, diseñada por creadores de 18 años y dirigida a adolescentes y jóvenes, y centrada en las consecuencias físicas y emocionales del crimen con arma blanca.
La campaña, que tendrá una duración de cuatro años, utiliza imágenes impactantes, como una mano a la que le falta un dedo o las fotografías médicas de distintas heridas producidas por armas blancas en un cuerpo humano. Una de las fotos incluso muestra a una víctima de un ataque con arma blanca con los cuchillos aún clavados en su cuerpo, y otra, con parte de los intestinos de una víctima asomando.
Esta campaña ha sido calificada en el Reino Unido como la más gráfica y brutal que se ha hecho hasta el momento, superior a las emprendidas para combatir la mortalidad en el tráfico, el tabaquismo o el sida. La campaña también está dirigida a las madres, para que hablen con sus hijos sobre el uso de armas blancas y acerca de lo que les motiva el portar estas armas.
Para dar una idea de la extensión del uso de los cuchillos de cocina entre los jóvenes británicos, sir Ian Blair, máximo cargo de Scotland Yard, informó hace unos días de que en las últimas dos semanas se han incautado 200 armas blancas, algunos cuchillos con hojas de entre 15 y 20 centímetros de largo, y 210 personas han sido arrestadas por portar estas armas después de que la policía metropolitana parara y cacheara a más de 4.000 jóvenes.
La media anual de víctimas por arma blanca se sitúa entre los 200 y los 220, y las ciudades más afectadas son Londres, Manchester y Glasgow, y en concreto sus zonas más deprimidas. En Escocia, el índice de asesinato por arma blanca es del 5,3 por cada 100.000 habitantes en las edades comprendidas entre 10 y 29 años, mientras que en Inglaterra y Gales es del uno por cien mil.