Cuba eliminará el tope salarial y facilitará la compra de viviendas

Agencias

INTERNACIONAL

Las restricciones en estos ámbitos eran las que más indignaban a los ciudadanos

13 abr 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

Siguiendo las reformas emprendidas por Raúl Castro, miles de cubanos podrán obtener títulos de propiedad de viviendas que ahora son del Gobierno, según una resolución publicada el viernes. Este es el primer decreto legal publicado formalmente desde que Raúl Castro sucedió a Fidel como presidente, y llega un día después de que la televisión estatal anunciara que el Gobierno eliminará los topes salariales, como incentivo a la productividad.

Las restricciones en vivienda y salarios han sido dos de las normas del sistema socialista que más irritan a los cubanos.

El decreto de la vivienda agilizará los trámites para que muchos trabajadores estatales puedan adquirir casas que pertenecen a entidades estatales tras 20 años de alquiler. La norma permite incluso dejárselas a sus hijos o herederos. Miles de cubanos podrán aprovecharse de la medida, incluyendo las familias de militares, los trabajadores del azúcar, los de la construcción, los maestros y los médicos.

Quedarse con viviendas del Estado inicialmente creadas para trabajadores específicos estaba recogido en una ley de 1987, pero los trámites burocráticos hacían muy difícil hacer el debido traspaso. La nueva medida habrá de aclarar el estatus legal de dichos ocupantes.

«Es como legalizar la tierra de nadie», dice el disidente y economista Óscar Espinosa Chepe. «Elimina la inseguridad que tenían muchos y alivia las presiones burocráticas», asegura.

La vivienda es uno de los principales problemas que arrastra Cuba, donde, de acuerdo con cifras oficiales, existe un déficit de al menos 600.000 inmuebles. Por ley, los cubanos todavía no pueden vender sus casas a nadie sino al Estado.

Sueldos

El Gobierno reformará el sistema de salarios estatales para crear más incentivos y permitir que los trabajadores ganen de acuerdo a lo que producen. Hasta hora, los llamados límites salariales, creados para promover la igualdad social y económica, hacían que el trabajador recibiera el mismo sueldo fuese cual fuese la producción o las horas de trabajo.

El Gobierno controla más del 90% de la economía, y aunque el sistema comunista brinda educación y atención médica gratuitas, así como comida subsidiada, el sueldo medio es de solo unos 12 euros al mes.

La eliminación de los topes salariales podría dar lugar un día a la aparición de una verdadera clase media.