Obama y Clinton recurren a la economía en su lucha por el voto

Tatiana López

INTERNACIONAL

28 mar 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

Haciendo gala del mismo oportunismo que durante los últimos meses ha caracterizado su carrera, Hillary Clinton y Barack Obama presentaron ayer sus propuestas económicas al son de los rumores de recesión y con la crisis económica erigida como principal preocupación entre los votantes.

El primero en utilizar la cartera con fines electorales fue el líder afroamericano quien, en rueda de prensa desde Nueva York, instó al Congreso a aprobar un plan de reactivación económica de 30.000 millones para ayudar a las áreas más castigadas. Aunque la medida ya ha sido en realidad aprobada en el Senado, en cuyos presupuestos para el próximo año se incluye una partida especial de 35.000 millones, la reticencia de la Cámara baja a aceptar el nuevo plan podría retrasar durante meses esa inyección de dólares, algo que preocupa especialmente al senador de Illinois. «Nuestro principal objetivo debe ser ofrecer estímulos a aquellos americanos más vulnerables, incluyendo ayuda inmediata a las áreas afectadas por la crisis inmobiliaria», refirió el político, que quiso destacar también la necesidad de una mayor revisión del mercado financiero.

Muy distinto sonó el discurso pronunciado poco después por Hillary Clinton, siendo la seguridad laboral lo que centró buena parte de la intervención. Sabedora de la preocupación por la caída del empleo entre el electorado, la que fue primera dama propuso invertir 2.500 millones de dólares por año en programas de reciclaje para los desempleados. «Lamentablemente, nuestro Gobierno está más centrado en cómo perdemos nuestros trabajos que en encontrar uno nuevo, y yo os digo que no hay forma de seguir adelante sin nuevas habilidades»

Todos contra McCain

Enfrentados desde hace meses en la carrera por la nominación, Clinton y Obama decidieron, esta vez, unir fuerzas contra su rival republicano, cuyo plan financiero fue vapuleado por ambos candidatos. «El único plan de McCain consiste en dejar que pase la crisis», dijo Obama, mientras su compañera de filas aducía que «el teléfono de la crisis está sonando y él no está listo para contestar la llamada».

No solo por motivos ideológicos, McCain está considerado como un enemigo a batir el 22 de abril en las primarias de Pensilvania, donde los llamados votantes de cuello azul, aquellos con bajos ingresos y sin formación universitaria, conforman buena parte de la población.