Obama arrasa en Carolina del Sur gracias al voto afroamericano

Tatiana López

INTERNACIONAL

Por primera vez obtuvo el favor del electorado femenino y el de los mayores de 40 años, feudos de Hillary Clinton

28 ene 2008 . Actualizado a las 20:07 h.

Desafiando a los que en las últimas semanas lo presentaban como un cadáver político, el aspirante demócrata Barack Obama conseguía el sábado arrasar en las primarias de Carolina del Sur, gracias en gran parte a un mayoritario apoyo del voto afroamericano y con cerca de un 80% de esta comunidad respaldando al candidato.

En una victoria sin precedentes, el senador de Illinois recibió el doble de votos que Hillary Clinton (55% frente a 26,5%). Obama consiguió, por primera vez, obtener el favor del electorado femenino, así como el apoyo de los votantes mayores de 40 años, ambos sectores considerados tradicionalmente feudo exclusivo de la ex primera dama en su carrera hacia la Casa Blanca. El ex senador John Edwards obtuvo el 17,5%.

El candidato de todos

Aunque menos apreciado entre los demócratas blancos (tan solo uno de cada cuatro se inclinó por el afroamericano), el relativo triunfo entre los blancos era presentado por el equipo de Barack como un hito histórico en un estado con fuertes tensiones raciales. «Hoy hemos demostrado que esta no es una elección de blancos contra negros, sino del pasado contra el futuro», dijo el candidato en un discurso de agradecimiento donde las palabras «unidad» y «cambio» volvieron a sonar con fuerza.

Empeñado en aparecer como el representante de «todos los estadounidenses» y no como el «presidente de las minorías», una etiqueta que sus contrincantes tratan de achacarle a la fuerza, Obama volvió a insistir en la necesidad de transformar los viejos hábitos de Washington, en una clara alusión al ex presidente Bill Clinton, quien estos días hace campaña por su mujer en el sur de Estados Unidos. Precisamente, las duras críticas vertidas por el ex presidente contra el rival de su esposa en las últimas semanas podrían haber sido las responsables de los malos resultados de la senadora, que recibió su derrota haciendo campaña en la ciudad de Nashville, en el estado de Tennessee.

Empatados ahora en victorias, aunque no en delegados (Hillary posee 210 frente a los 123 de Obama), ambos demócratas centran ahora sus esfuerzos en el llamado supermartes , que tendrá lugar el 5 de febrero.

Tercero en discordia

Será entonces cuando 22 estados acudan a las urnas para poner fin a un duelo que podría contar con la complicidad de John Edwards, tercero en discordia. Así lo asegura The Washington Post, para quien una retirada de Edwards «sería fundamental en la carrera de Obama, quien se vería beneficiado por los votantes blancos y varones del ex gobernador, poco propensos a votar por Hillary Clinton».

Otro de los factores determinantes en la carrera hacia la nominación es el creciente interés por la economía del electorado, quien sitúa los problemas financieros como su principal preocupación, muy por encima de la guerra de Irak. Un cambio de prioridades beneficioso por partida doble para Clinton, todavía incómoda con su voto a favor de la invasión, y esposa de uno de los presidentes que más prosperidad ha aportado a las arcas nacionales.