El partido de Merkel propone crear campos de reeducación contra la delincuencia juvenil extranjera
INTERNACIONAL
En una interesada y peligrosa decisión destinada a impedir sendas derrotas electorales en tres estados federados, la cúpula de la Unión Cristianodemócrata (CDU) aprobó ayer en Wiesbaden un polémico catálogo de medidas destinado a combatir la delincuencia juvenil, que incluye la creación de campos de reeducación, eleva las penas de cárcel juvenil y facilita la expulsión del país de jóvenes delincuentes de origen extranjero.
La medida, que contó con el apoyo incondicional de la canciller Angela Merkel, pretende reforzar la campaña electoral que está llevando a cabo el jefe del gobierno regional de Hesse, Roland Koch, quien fue el primer político democristiano en proponer una campaña para combatir el tema de la criminalidad, en especial entre los jóvenes extranjeros.
En la llamada Declaración de Wiesbaden, un documento de diez folios, el partido que preside Merkel propone elevar de diez a quince años la pena máxima para delitos juveniles, sugiere que los jóvenes delincuentes de 18 hasta los 21 años deben ser tratados como adultos y pide la expulsión inmediata del país de todo extranjero juvenil que haya sido condenado a un año de cárcel.
El documento también propone introducir en el código penal juvenil la figura del arresto de advertencia, un encarcelamiento por un período no mayor a cuatro semanas para los jóvenes que hayan sido condenados a penas de libertad condicional.
Si la CDU tiene éxito en obtener el apoyo del SPD para convertir su catalogo de medidas en leyes, Alemania volverá a tener campos de reeducación, esta vez destinados a internar a los jóvenes delincuentes, que serán sometidos a medidas terapéuticas.
Recuerdo nazi
Aunque la decisión de crear campos de reeducación revivió en la memoria colectiva de la nación el recuerdo de los campos creados por los nazis para reeducar a los enemigos del régimen, la propuesta recibió el categórico apoyo de Angela Merkel, quien defendió la creación de los campos en una entrevista publicada por el periódico Bild am Sonntag y cuyo contenido fue adelantado a las agencias de noticias el viernes pasado.
«No puede ser que muchas personas no se atrevan ya a utilizar el transporte subterráneo, por miedo a la violencia», dijo Merkel al justificar el catálogo de medidas aprobado por su partido.
«Necesitamos restablecer en Alemania la sensación de seguridad. No podemos cerrar los ojos ante el hecho de que el 43% de los delitos violentos son cometidos en Alemania por personas menores de 21 años y que, a su vez, casi la mitad de ellas son extranjeras», insistió la canciller, que rechazó también las críticas del SPD, que acusa a Roland Koch de utilizar el tema como arma electoralista.
Pero la polémica y la necesidad de volver a legislar nació cuando Koch descubrió que una cruzada nacional contra la criminalidad juvenil, en especial, entre los jóvenes extranjeros, le podía ayudar a volver a ganar las elecciones en su estado, que se celebrarán el próximo 27 de enero.