Gadafi dice que es normal que los débiles recurran al terrorismo

M. A.

INTERNACIONAL

Critica la intervención de Estados Unidos en Afganistán e invita a reflexionar sobre la raíz de los ataques del 11-S

08 dic 2007 . Actualizado a las 02:00 h.

El líder libio, Muamar Gadafi, pidió ayer la aplicación de la democracia en la ONU, tras criticar el papel que juega su Consejo de Seguridad y advirtió de que a veces los débiles optan por la venganza a través del terrorismo.

En una conferencia pronunciada en la Universidad de Lisboa, Gadafi, criticó la intervención de EE.UU. en Afganistán, invitó a reflexionar sobre los atentados de Nueva York en el 2001. Asimismo, dudó de la eficacia de las medidas de fuerza contra el terrorismo y abogó por indemnizar a los países que han sufrido el colonialismo.

«Las fuerzas coloniales deben indemnizar a los pueblos que colonizaron y cuyas riquezas expoliaron», declaró.

El líder libio, que se encuentra en Portugal para participar en la cumbre UE-África hoy y mañana, dijo también que la democracia «debe llegar a la Asamblea General de la ONU» y no se puede reclamar que la apliquen ciertos regímenes totalitarios cuando «el mundo está gobernado por los cinco países del Consejo de Seguridad».

En su conferencia sobre los Problemas de la Sociedad Contemporánea , el líder africano pidió la transferencia del poder del Consejo de Seguridad a la Asamblea General. Añadió que, ya desde finales de la Segunda Guerra Mundial, desaparecieron las esperanzas puestas en la ONU como garante de la estabilidad y la paz en el mundo.

Gadafi, que se refirió también al uso de la fuerza en la escena internacional, dijo que se trata de actos ejecutados al margen de la ONU, y puso como ejemplo la intervención de EE.UU. en Afganistán que, en su opinión, confirma la falta de respeto de algunos países hacia la institución.

Pidió reflexionar sobre las raíces de los atentados de Nueva York. Fueron preparados, dijo, de forma meticulosa para causar el mayor número de víctimas, a través de una red, Al Qaida, a la que definió como un «fenómeno mundial».

«Las superpotencias violaron la legitimidad internacional, el derecho internacional y las Naciones Unidas, ejecutando sus decisiones fuera de ese marco, así que es normal que los débiles recurran al terrorismo», dijo a una audiencia integrada por 400 profesores y estudiantes.

Gadafi dijo que la respuesta militar y el juicio a los terroristas no es el único modo de resolver el problema y abogó por la fuerza de la ley frente a la ley de la fuerza. Y se mostró convencido de que los políticos no podrán acabar con esa lacra.

Pidió también por la revisión de la democracia y dijo que «si los pueblos no pueden demostrar a través de los parlamentos su voluntad será un fracaso». Pusso como ejemplo de la imperfección de la democracia algunas manifestaciones de protesta popular que, en su opinión, demuestra que los parlamentos no han sabido ejercer la representación del pueblo. «Poder de los pueblos para transformar el mundo en sociedades de masas», exigió el líder africano, para quien las guerras no son consecuencia de estos, sino de sus gobiernos.

Gadafi abandonó con el puño izquierdo en alto la Universidad de Lisboa escoltado por cinco mujeres soldado.