Rice pide disculpas por la muerte de 9 iraquíes a manos de mercenarios de la empresa Blackwater

Efe

INTERNACIONAL

El Gobierno iraquí ha prohibido las actividades de los empleados de la firma.

18 sep 2007 . Actualizado a las 18:37 h.

La secretaria de Estado, Condoleezza Rice, ha expresado por teléfono al primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, las condolencias de EE.UU. por la muerte el domingo de 9 iraquíes a manos de guardias de la firma estadounidense Blackwater.

«Le informó al primer ministro que estamos investigando el incidente y queremos entender claramente lo que ocurrió», dijo el portavoz del Departamento de Estado, Tom Casey.

El funcionario agregó que Rice reiteró a Al Maliki que Estados Unidos hará todo lo que pueda «para evitar las pérdidas de vidas, en contraste con los enemigos del pueblo iraquí que atacan deliberadamente a los civiles», dijo Casey.

En Bagdad, el Gobierno iraqui anunció hoy que ha prohibido las actividades de Blackwater después de que sus agentes matasen el domingo pasado a nueve civiles e hiriesen a otros 15 en el oeste de Bagdad.

Según declaró el general Abdul Karim Jalaf, jefe de operaciones del Ministerio de Interior, «se ha cancelado la autorización para que opere en el país la empresa Blackwater, y se ha presentado a la justicia a los implicados en el incidente de la Plaza Al Nusur».

Fuentes de la embajada estadounidense en Bagdad, citadas por medios locales, señalaron que el tiroteo se desató después del estallido de un carro bomba en las cercanías de un grupo de diplomáticos.

En Washington, el presidente del Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes, Henry Waxman, dijo que convocará a una serie de audiencias sobre el incidente.

«La controversia sobre Blackwater es una desafortunada demostración de los peligros de depender de forma excesiva en agentes privados de seguridad», dijo.

Según Jan Schakowsky, legisladora por el Partido Demócrata en la Cámara de Representantes, la matanza del domingo pasado perjudica a los esfuerzos estadounidenses por reconstruir Irak.

Agregó que el Congreso de EEUU debería intervenir para ejercer un mayor control sobre las empresas privadas de seguridad.

Sin embargo, el republicano John Warner, miembro del Comité de Servicios Armados del Senado, afirmó que esas empresas que ofrecen vigilancia y protección son indispensables en Irak.

«Se trata de un conjunto de civiles que han viajado a ese país y asumido los mismos riesgos que corren hombres y mujeres de las fuerzas armas de EEUU», señaló.