La Casa Sindical no tiene licencia de uso porque nadie la pidió

L.L. / D.C. LUGO / LA VOZ

LUGO

La solicitud fue presentada recientemente, según el edil de Urbanismo

10 dic 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

El Concello de Lugo no concedió la licencia de primera utilización al edificio de la casa sindical en los últimos siete años porque nadie la pidió, según señaló ayer el concejal de Urbanismo, Luis Álvarez. Explicó que la solicitud la presentaron recientemente y está ahora en trámite. Álvarez recordó que los técnicos pudieron comprobar que los cambios realizados en el edificio coinciden con el proyecto por lo que no ve ningún inconveniente técnico para conceder la autorización.

El edificio fue reformado por completo entre los años 2001 y 2003. Las obras las realizaron sin desalojarlo totalmente y mientras en las oficinas trabajaban unas 100 personas, que se trasladaron en función de los trabajos. Desde entonces funciona sin la correspondiente licencia de primera utilización. El concejal Jaime Castiñeira ante esta situación insistió que las administraciones públicas tienen que dar ejemplo en el cumplimiento de las normativas que son de aplicación. «Tal como a todos los particulares se les exigen las licencias -dijo- porque las normas están para cumplirlas todos, las administraciones deben ser más respetuosas en ese sentido».

Reparto de las plantas

En la antigua casa sindical de la Ronda da Muralla tienen su sede los tres sindicatos mayoritarios, la Inspección de Trabajo y la CEL, que accedió a la planta que le correspondía después de la reforma del 2003. Antes su espacio lo ocupaba el Inem, que se trasladó para un bajo de la Ronda da Muralla.

Antes de la reforma también tenían su sede en la AISS los dos juzgados de lo social, las antiguas magistraturas de trabajo, y el Servicio de Mediación, Arbitraje y Conciliación, que anduvo peregrinando por diferentes edificios de la ciudad.

La Inspección de Trabajo lleva años pendiente de trasladarse. Este organismo de la administración central ocupa una planta que le correspondió a UGT en el reparto del patrimonio sindical, reparto en el que quedaron fuera el resto de los sindicatos con representación en la provincia.