El fruto se sume por falta de agua en los «ourizos» antes de caer
17 oct 2011 . Actualizado a las 06:00 h.La sequía que ha propiciado la cosecha de uva más sana y abundante que se recuerda en la Ribeira Sacra trae de cabeza a los productores de castañas. Al menos en el sur lucense, donde se concentra la mayor superficie de soutos de la provincia, las quejas son generalizadas. «Están moi secas e danadas. Vas ao souto e as que caeron estes días xa teñen rachada a casca», explica Daniel Arza, de la firma de transformación de castañas Caurelor, con sede en Quiroga.
El problema, según Miguel Ángel Areán, de la empresa de Chantada Naiciña, es más de calidad que de cantidad de castañas. «Son moi pequenas e haberá non menos dun 30% da produción derramada polo verme», calcula Areán.
2,4 litros en un mes
La ausencia de lluvias a lo largo de septiembre, mes en el que se contabilizaron en la comarca de Monforte un total de 2,4 litros por metro cuadrado, está detrás del reducido tamaño de las castañas. Debido a la sequía, un elevado porcentaje se sume por completo dentro del ourizo antes de caer al suelo.
Areán aún confía en que las precipitaciones, aunque tardías, puedan ayudar a paliar los daños de la sequía engordando la castaña que aún permanece en el árbol. En Caurelor, por el contrario, creen que los problemas por la desecación ya no tienen fácil arreglo a estas alturas de la campaña . «A auga tiña que caer xa e polo que parece aínda haberá que esperar algúns días», apunta Daniel Arza.