05 oct 2011 . Actualizado a las 06:00 h.
A pesar de su juventud, casi todos tienen entre 20 y 30 años, la mayoría de los manteros que están estos días en Lugo tienen familia propia en sus países de origen. «Muchos llevamos años sin ver a nuestras mujeres ni a nuestros hijos porque como no tenemos papeles no podemos salir de España para ir a verlos», señaló Mamadou, de Senegal. También es el caso de Musa, senegalés de 27 años. «Llevo nueve años en España y este es mi primer San Froilán. Antes trabajaba en la construcción, colocando baldosas, pero me quedé en el paro. Tengo permiso de residencia», cuenta el joven, que tiene en en su país a su padre, a su madre, a su mujer y a su hijo de año y medio. «Como tengo papeles pude volver a casa hace algo más de dos años», bromeó.