Belesar seguirá bajo mínimos hasta después del verano

Carlos Cortés
carlos cortés MONFORTE / LA VOZ

LUGO

Gas Natural Fenosa gastará 52 millones en las dos nuevas minicentrales

02 jun 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

El embalse de Belesar seguirá bajo mínimos durante todo el verano y recuperará su cota habitual en torno al mes de octubre. Esas son las previsiones con las que trabajan en estos momentos los técnicos de Gas Natural Fenosa, la empresa que promueve la construcción de dos minicentrales que incrementarán la capacidad de producción de Belesar y de Os Peares, un proyecto que obliga a dejar semivacío el primero de estos embalses. Portavoces de la empresa que explota estos dos embalses explicaron ayer que las obras requieren una inversión que suma 52 millones de euros y un volumen importante de mano de obra, porque una vez que hayan terminado por las obras habrán pasado por ellas unos 120 trabajadores.

Gas Natural Fenosa confirmó el jueves que la bajada de nivel del embalse de Belesar se debe no tanto a la realización de trabajos de mantenimiento en la central hidroeléctrica como al inicio de la construcción de Belesar II y Os Peares II. El descenso es necesario, explicaban, para garantizar unas condiciones de seguridad mínimas para los trabajadores que operan en Belesar. Las tareas de mantenimiento también necesitan un nivel de agua bajo, pero se hacen en este momento para aprovechar las circunstancias. La empresa hizo público ayer un comunicado en el que informa al detalle de las características de estos dos proyectos.

Catorce metros por debajo

El agua que moverá las turbinas de estas nuevas centrales saldrá de desagües situados en el fondo de las dos presas. Esos desagües ya existían, pero sus válvulas están siendo acondicionadas «para adaptarlas a las nuevas condiciones de funcionamiento». Esta parte de las obras es la que hacía obligado el descenso del nivel del agua en el embalse. En concreto, los portavoces de Gas Natural Fenosa explican que para posibilitar la realización de estos trabajos de forma segura es preciso bajar el nivel del embalse catorce metros por debajo de la cota mínima de explotación habitual.

Para llevar el agua desde los desagües hacia las nuevas centrales será preciso instalar tuberías que la trasladen desde los desagües del fondo de la presa. Una vez que pase por las turbinas, todo ese caudal volverá al cauce del río a través de otro canal. La empresa asegura que está «estudiando las mejores tecnologías posibles a implantar en los nuevos grupos hidráulicos para permitir una mejora adicional en la calidad del agua de salida al cauce».

En la empresa aseguran haber ideado estos dos proyectos para minimizar al máximo su impacto ambiental. En el caso de Belesar II, los portavoces de Gas Natural Fenosa explican que las nuevas instalaciones «se situará en el interior del antiguo túnel de acceso a la central hidroeléctrica, totalmente integrada en el entorno y por tanto no producirá ningún impacto visual».

Control de los peces

En cuanto a las nuevas instalaciones de Os Peares, estarán en la margen derecha del Miño, cerca del antiguo edificio de oficinas de la central original. Las canalizaciones que sean necesarias para llevar y traer el agua del río «se integrarán en su entorno, disminuyendo así su impacto visual».

La empresa que explota las centrales hidroeléctricas del Miño asegura haber «optimizado» el plan de vigilancia ambiental de los embalses de Belesar y Os Peares, «en línea con la más estricta normativa ambiental y contando con las mejores tecnologías posibles. Según los portavoces de Gas Natural Fenosa, este plan incluye «analíticas permanentes de la calidad del agua y una vigilancia extraordinaria de los embalses.