Un aventurero paracaidista que saltó a la gran pantalla

laura lópez LUGO / LA VOZ

LUGO CIUDAD

Pol conserva su pasión por la historia y organiza el baile dominical de O Corgo

09 feb 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

La vida de José Manuel Pol daría para escribir un libro. O una enciclopedia entera. La suya no es una, sino varias vidas. Lleva con él mil historias y experiencias que comparte como un libro abierto. Este aventurero, natural de Castroverde, aunque afincado en Adai (O Corgo), fue paracaidista, taxista, casero en la residencia del general Tella, actor en la pequeña y en la gran pantalla, y ahora compagina su pasión por la historia con el baile que cada domingo prepara en el centro sociocultural de O Corgo.

Pol se define como «un gran admirador da historia». Por ello no dudó en participar en la exposición de fotografías antiguas que organizó el Concello corgués en el centro sociocultural, donde este vecino aportó una imagen de Viveiro de hace ochenta años. Además, recopiló una gran lista de coplas tradicionales de los años cuarenta, que enviará a Ourense para una exposición que tendrá lugar próximamente.

La llegada al Ejército del Aire

Explica que desde joven fue un alma inquieta. Con 21 años se fue a hacer el servicio militar a Alcantarilla (Murcia) y Alcalá de Henares, donde entró en el décimo curso del Ejército del Aire como paracaidista, porque «quería escapar da aldea», cuenta. Recuerda que allí hizo 16 saltos en paracaídas, «e non tiña medo, iamos moi ben preparados». Y añade que en su mismo curso estuvo también Eloy Pastor, «o primeiro cura paracaidista que houbo en España».

En esa misma época dio también otro salto: el que lo llevó a la gran pantalla. Su primera aparición fue como figurante, en la película La trinca del aire (1951), con Fernando Fernán Gómez, Jorge Mistral, Antonio Casal y Xan das Bolas. Luego sacó el carné de taxista y trabajó en este oficio en Madrid hasta 1969, cuando volvió para Lugo. «Logo estiven desde o 73 ata o 96 de taxista no Corgo», cuenta.

Experiencia en cine

Pero nunca abandonó su pasión por la historia, y por supuesto, por el mundo audiovisual. De hecho, participó en cinco películas: Hitler, Garbo... y Araceli, Dous séculos de noivos, El grial de Ancares, O bezoar y El libro mágico. Pero, sin duda, su salto a la fama llegó de mano de la pequeña pantalla, concretamente, de la publicidad. Su gran éxito fue el anuncio que hizo para Leite Río, vestido de peregrino, del que aún recuerda los diálogos, con el famoso final de «leváchesme o leite, pero home prevenido vale por dous». Y añade: «Cheguei a firma autógrafos nos cartóns de leite». Pero el gusanillo del séptimo arte le caló bien hondo, pues afirma que le gustaría repetir.

Nunca se casó, pero matiza que novias no le faltaron. Incluso estuvo saliendo con una bailarina del prestigioso ballet de Celia Gámez en Madrid. Ahora pone toda su ilusión en los bailes dominicales: «Eu son o ?pinchadiscos?», afirma. Precisamente este domingo será una fiesta especial, pues José Manuel Pol cumplirá 80 años.

Ritmos bailables

Pol es quien selecciona la música que cada domingo suena en el centro sociocultural de O Corgo, entre las 19.00 y las 22.00 horas. «Gústame poñer música bailable, pasodobres, xotas, tangos, valses...», explica. Aprecia la música de Leo Rubio, de Cecilio, de la acordeonista Tania, y explica que el tango que mejor se baila es el que lleva por título A media luz. «Con esta música anímase todo o mundo a bailar, e eu tamén boto uns bailes de vez en cando», cuenta.

Su primera aparición en cine fue en 1951, en la película «La trinca del aire», con Fernán Gómez