Alcanzar el título en el Campeonato Gallego volverá a convertirse en el objetivo de Pedro Burgo de cara a la temporada de ralis 2011. El piloto lucense cambiará su montura habitual de las anteriores temporadas, el Mitsubishi Lancer, para ponerse al volante de un Ford Focus WRC, versión 2004-2005 (la anterior a la que se utilizó hasta la pasada campaña en el Mundial). Con ello, intentará firmar el que sería su tercer entorchado autonómico. Aunque conservará su equipo habitual, se integrará dentro de la disciplina de la Escudería Nupel.
Burgo, que no oculta la felicidad que le produce ponerse al volante del Focus, espera con impaciencia a que el Campeonato Gallego dé el pistoletazo de salida. Será en Lalín, el 12 de marzo. «Aún no he probado el coche, pero lo haré dentro de un par de semanas. Estoy muy contento», confiesa el piloto. No en vano, la de este año supone una gran oportunidad para consolidarse como uno de los mejores especialistas del momento en el ámbito nacional en los ralis de asfalto.
Primer contacto
El deportista lucense tuvo su primer contacto con la Escudería Nupel la pasada campaña. En el rali de Ferrol, disputado en agosto, se puso a los mandos de un Ford Fiesta S-2000. Pese a que no estaba familiarizado con la montura, obligó a Alberto Hevia a exprimirse para apartarle de la victoria por un margen de treinta segundos. Y, además de las buenas sensaciones obtenidas en el plano deportivo, también le agradó el trato recibido en el conjunto que cuenta con Luis Moya como director deportivo.
Pedro Burgo guarda un buen recuerdo de aquella experiencia: «Era un vehículo de carreras de verdad, mientras que el Mitsubishi es un coche más de calle, que va muy bien».
La incógnita pasa por conocer si, además de las pruebas del Gallego, Burgo tendrá la opción de tomar parte en alguna carrera del calendario nacional. Pero lo primero será adaptarse cuanto antes a un coche llamado a alcanzar altas cotas.