El comité de empresa informó ayer a los trabajadores de Finsa-Rábade de las condiciones del ERE, que negocian con la empresa desde el pasado mes de noviembre. Sobre la mesa se encuentra una propuesta similar a la que venció el 31 de diciembre, con una diferencia en el número de días. La empresa, alegando que tiene parada una línea de producción y el descenso en los pedidos, plantea un expediente de regulación temporal de empleo de 60 días como máximo, para cada uno de los 270 trabajadores.
Los representantes de los trabajadores también informaron a éstos, en cada turno, del incremento salarial pactado para el año 2011, que supone el IPC, más un punto. El resto de las condiciones no las abordaron y quedan prorrogadas.
El ERE es conjunto e incluye a todas las plantas de Finsa en Galicia. En la de Ourense los afectados por la regulación son 140; en Santiago, 60 y en Cesures, 60.
A diferencia del ERE anterior, que duró año y medio y que supuso que el operario que más días estuvo regulado en año y medio fueran 38, para la ratificación de éste no realizarán un referéndum entre los operarios.
Los trabajadores de Finsa durante los días que estén afectados por el ERE cobrarán el 90% del salario y el 80% de las pagas. Esta condición es la misma que rigió en el expediente que venció a finales de año.
Para que el ERE pueda ponerse en marcha es necesario que lo apruebe la Xunta, dado que los centros de trabajo están repartidos por toda la Comunidad Autónoma. Pese al consenso con el personal, el hecho de que el pasado año no agotaran ni una mínima parte de los días autorizados, un máximo de 112 por operario, podría plantear algún tipo de inconveniente.
Finsa planteó a sus trabajadores la necesidad de recurrir a un ERE en los picos bajos de producción. La maderera tiene una de sus líneas paradas desde hace más de un año. Los encargos se reducen en los primeros y en los últimos meses del año, que son en los que Finsa pretende mantener activo el expediente de regulación temporal.