O Apalpador repartió castañas entre los niños lucenses

María Caravel redac.lugo@lavoz.es

LUGO

26 dic 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Los niños lucenses se vieron sorprendidos ayer por la presencia do Apalpador en las calles del casco histórico y en Xuvenlugo. El personaje de las montañas de O Caurel, similar en sus funciones al Papa Noel de otras culturas, pero adaptado a la realidad gallega de los años del hambre, repartió castañas entre pequeños y adultos, como marca la tradición. O Apalpador, encarnado de nuevo por Anxo Moure , recorría las camas de los niños tocándoles la barriga para comprobar si habían comido. Tanto si tenían el estómago lleno como si no, les dejaba un puñado de castañas que recogían cuando se despertaban por la mañana. Esta figura, que estaba en proceso de extinción, fue recuperada por el área de Cultura de la Diputación, de la que es responsable Antón Bao .

La comunidad escolar del colegio Divina Pastora Salesianos de Lugo celebró la navidad con un festival infantil en el que no faltaron los villancicos y otras melodías típicas de estos días. No hubo Apalpador, pero en las veladas convivieron Papa Noel y todos los personales del Belén.

Para el medio centenar de personas que trabajan en carreteras de la Xunta estas fiestas no son tan relajadas como para el resto. En Nochebuena desplegaron un dispositivo de 12 máquinas quitanieves en las zonas más conflictivas de la montaña lucense. que supuso repartir cien toneladas de sal y de salmuera para combatir la nieve, pero sobre todo el hielo. Pedrafita y A Fonsagrada fueron los concellos que precisaron mayor atención.

Los artesanos que están instalados en la carpa frente al Museo Provincial constituyen una oportunidad para comprar algún regalo original para estas fechas. Hay opciones para todos los gustos y para todos los bolsillos.

En el museo del belén electrónico está expuesta una muestra de fotografías de Montserrat Lozano Río , organizada por Ancianos del Mundo. Pretende llamar la atención sobre el mundo de los mayores. Puede visitarse hasta que clausuren el nacimiento, a finales del mes de enero.