El 53% de las granjas lucenses de vacuno de leche cierran por falta de relevo generacional

Cristina López LUGO/LA VOZ.

LUGO

07 nov 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Un trabajo sucio, sin horarios definidos, sin tiempo libre, con poco reconocimiento, con repercusiones a nivel familiar y social, y en el que la mano de obra escasea. Estas son las condiciones laborales que se encuentran quienes trabajan en una explotación, y que no todo el mundo es capaz de soportar. De hecho, si se analizan los motivos por los cuales desaparecen en la provincia lucense las explotaciones de vacuno lechero, hay un dato que resulta esclarecedor, puesto que el 53% de esas granjas cierran por falta de relevo generacional y solamente el siete por ciento acaban desapareciendo por falta de rentabilidad.

Manuel Morales, veterinario del grupo Oceva, de Zamora, sostiene que «lo realmente importante en una granja no son las vacas, ni los pastos, ni los piensos, sino las personas». Por ello, y para evitar que la baja cualificación y la desmotivación del personal que trabaja en las explotaciones se acabe traduciendo en el cierre de las mismas por falta de relevo generacional, este veterinario aboga por aplicar criterios de organización empresarial en las granjas. «Estas deberían contar con una especie de departamento de recursos humanos para evitar la falta de personal y el descontento del que tienen».

En las Jornadas técnicas de vacuno de leche que la semana que viene se celebrarán en el campus lucense organizadas por la cooperativa Seragro, Morales explicará cómo mejorar la rentabilidad de las explotaciones haciendo una buena selección de personal y motivándolo. Este veterinario insistirá en que la baja estima social de la profesión de ganadero, el escaso reconocimiento de la profesión, las condiciones de trabajo en muchos casos indignas, los horarios no definidos y la no asistencia a actos sociales son factores que determinan el descontento y la marcha de los trabajadores de las granjas, de ahí la necesidad de que todos los que de alguna manera prestan sus servicios en una granja conformen un equipo de trabajo y se coordinen para evitar que eso ocurra.

En opinión de Manuel Morales, uno de los aspectos al que el propietario de la explotación y sus asesores deberían prestar atención es el de la organización, ya que de esta forma «se podrá distribuir mejor el trabajo en la granja sin que resulte agotador, sin abusar de horarios y sin que el operario sepa si podrá librar el próximo domingo o si tendrá vacaciones». En cuanto a la motivación, podría conseguirse por vía económica, o no, y se traduciría, por ejemplo, en un salario base digno, un seguro, formación gratuita, asesoramiento legal, incentivos por productividad y hasta puede que un plan de pensiones. Y es que, según este veterinario de Oceva, «cubiertas las necesidades básicas, lo que motiva a las personas a seguir en la empresa tiene poco que ver con el dinero».