En Lugo es más fácil apearse del bus urbano que subirse

Gadea G.Ubierna

LUGO CIUDAD

Los lucenses consideran que el servicio no es práctico por estar mal organizado

16 abr 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

El pasado domingo por la mañana, una mujer y sus dos hijos esperaban en la avenida de Ramón Ferreiro para coger un autobús que fuera a la piscina de As Pedreiras. Podían haber estado toda la mañana, porque ese autobús no existe los domingos. ¿La solución? Subirse al único que pasó, el 4E -A Tolda (Conturiz) - Abella (Casás)- y seguir las instrucciones que el conductor les dio con amabilidad: bajarse en la avenida de Madrid, atravesar las obras de ensanche con los dos niños y caminar por los terrenos en obra hasta el aparcamiento de Relaciones Laborales e ir a la piscina. Es muy probable que, para la próxima, esta mujer coja el coche.

Y como ella, miles de lucenses que se han cansado de escuchar que con el plan de movilidad iba a mejorar el funcionamiento del transporte urbano. El documento, que costó unos 100.000 euros, se recibió en diciembre del año pasado y no ha habido ni un solo cambio en el servicio: las paradas siguen sin información clara sobre líneas y horarios (en algunos casos, incluso, sin información); las frecuencias siguen siendo escasas y los trayectos demasiado largos.

Cuesta creer que desde el parque de Frigsa hasta la ronda das Mercedes se tarde 50 minutos en autobús, pero es así. La línea 10 -Campus-Frigsa- tiene más de treinta paradas entre ambos puntos. Se mete por Illas Cíes y Río Sil, vuelve a subir a la avenida de A Coruña, hace toda la ronda da Muralla, calle Vilalba, Anxo López Pérez, parte de Montero Ríos, toda la ronda das Fontiñas y, por fin, la ronda das Mercedes. Casi una hora o, lo que es lo mismo, tanto o más que si se hubiera ido a pie.

Casi todas las líneas de autobuses urbanos de Lugo tienen un planteamiento similar: recorrer la capital de Norte a Sur haciendo varios bucles en el trayecto. Esto, inevitablemente, prolonga mucho los recorridos. Algo similar ocurre con la conexión entre As Termas y el centro (líneas 9 y 9A). Entre ambos puntos, se hace un recorrido turístico de media hora de reloj por el polígono de O Ceao donde, por otra parte, la gente sube o baja en las franjas horarias que coinciden con la entrada y salida de las empresas.

La experiencia es un grado

La mayor parte de los usuarios de los autobuses urbanos en Lugo son asiduos: es decir, utilizan una línea en concreto con mucha frecuencia. La experiencia les permite saber con bastante certeza a qué hora va a llegar el autobús a su parada.

Por ejemplo, alguien que quiera ir hacia la praza do Rei sabe que los buses de las líneas 1 (Campus - A Piringalla), 6 (Montirón - A Residencia) y 10 (Campus - Frigsa) pasan por la parada de la calle Vilalba sobre las menos cuarto de cada hora. ¿Aparece este dato en la marquesina? No, en absoluto. La única referencia que tiene en la parada es que esa línea pasa a las horas y cuarenta minutos por el Fogar de Santa María y tiene que estar a las horas en punto en As Pedreiras. A partir de ahí, hay que echarle imaginación y tener mucha paciencia.

Para corregir estas cuestiones, hay que conocerlas. Y eso solo se aprende esperando un día y otro al autobús, y cogiendo distintas líneas, al menos, para saber por dónde van.