El juzgado de Vigilancia Penitenciaria de Lugo empezará a funcionar a finales de diciembre, según las previsiones
LUGO
El tercer juzgado de vigilancia penitenciaria de Galicia, que se ubicará en la capital lucense, no empezará a funcionar hasta finales de año o principios de 2011. Las distintas fuentes consultadas, y a falta de que así lo concrete el Ministerio de Justicia o el Poder Judicial, aludieron a que la nueva dependencia judicial se ocupará de las dos cárceles lucenses (Monterroso y Bonxe), pero también de la ourensana de Pereiro de Aguiar.
El hecho de que las dependencias lucenses asuman los asuntos relativos a esta prisión reducirá considerablemente la carga de trabajo de las dos dependencias judiciales que se encargaban ahora de estos asuntos en Galicia y, muy especialmente, en el de Pontevedra, que hasta ahora se hace cargo de todo lo relativo a las prisiones ourensanas y pontevedresas.
Alrededor de 1.200 presos
Según cifras de mayo del 2009, el juzgado de Vigilancia Penitenciaria de Lugo tendría a su cargo a 393 internos de Bonxe, 462 de Monterroso y los 398 de Pereiro de Aguiar. En total, a1rededor de 1.253 reclusos para la sede lucense.
Mientras tanto, y a pesar de la redistribución de lo relacionado con la cárcel ourensana, Vigilancia Penitenciaria de Pontevedra resolvería los asuntos jurídicos de una población de reclusos que, en este momento, ronda los 1.963 internos. En el caso de A Coruña, la cifra también continuará muy próxima a los dos millares: 1.823 presos.
Hay que tener en cuenta que, pese a que el juzgado lucense asumirá tres cárceles, estas son mucho más pequeñas que las de A Lama y Teixeiro, por lo que el número de internos sobre los que tendrá compentencias siempre será menor.
En cualquier caso, se considera que con el cambio de responsabilidad con respecto a la cárcel de Pereiro de Aguiar se produce un reparto más equilibrado y racional de los procedimientos penitenciarios.
Por otra parte, de confirmarse el cambio con respecto a la prisión ourensana, se tendría en cuenta una reclamación sostenida desde hace años por algunos sindicatos de cárceles como A Lama, como son ACAIP o CSIF. Aunque la previsión para la puesta en marcha sea finales de diciembre, es preciso que se retrase un poco más de la fecha inicial.