Los vecinos de Aldosende, en el municipio de Paradela, se adelantaron a la festividad de Reyes estrenando un regalo que, no por esperado, dejó de celebrarse. Ayer fueron inauguradas las obras de reparación de la iglesia parroquial, que se realizaron con aportaciones del plan provincial de comunidades vecinales del 2008, del Obispado de Lugo y del propio vecindario. En los actos participaron el obispo lucense, Alfonso Carrasco Rouco, y el presidente de la Diputación de Lugo, José Ramón Gómez Besteiro.
«Cada casa aportou 200 euros para as obras e, dunha maneira ou outra, todos colaboramos botando unha man na parte que non foi contratada á empresa», explica Ramiro Taboada, presidente de la asociación de vecinos, que trasladó al presidente de la Diputación y al obispo el agradecimiento de la parroquia por su colaboración.
La restauración permitió renovar la cubierta y reparar el campanario, cuya estructura estaba muy deteriorada, además de permitir otros arreglos puntuales dentro y fuera de la iglesia. Después de varios aplazamientos, motivados por las inclemencias del tiempo, la veleta por fin pudo ser colocada ayer en lo alto del templo coincidiendo con la inauguración de las obras.
Del total de la inversión, que asciende a 46.400 euros, la Diputación aporta 12.000 euros y el Obispado 6.000. Para el presidente provincial, se trata de unas obras que, pese a su pequeña dimensión, «teñen gran importancia no rural pola súa utilidade e porque recuperamos o patrimonio histórico».
Con el problema de la iglesia por fin resuelto, los vecinos ponen ahora sus miras en el acondicionamiento de la entrada y la capilla del cementerio.