El campo de golf de Lugo gasta al año, de media, unos 45.000 metros cúbicos de agua no potable. Este dato lo aporta Javier de la Cerda Ibáñez, director de la empresa consultora Gallega de Gestión Ambiental y asesor del Club de Golf de Lugo. Con el citado gasto anual de agua, se podría abastecer a una población de unos 775 habitantes, dice el indicado asesor, pero nunca a los 65.000 que calculó la coordinadora gallega de EU, Yolanda Díaz, después de que este partido presentase al fiscal documentación sobre los cambios en el proyecto de Plan Xeral de Ordenación Municipal, en el entorno de las citadas instalaciones deportivas. Javier de la Cerda acusa a Díaz, concejala en Ferrol, de haber desbarato el proyecto del campo público de la playa de Santa Comba, en la citada ciudad.
Javier de la Cerda Ibáñez es un estudioso de la relación entre campos de golf y biodiversidad. Asegura que el citado deporte «desde el punto de vista medioambiental, es una actividad blanda en cuanto a que los jugadores circulan por el campo sin impactar en el entorno, y conviven en armonía con la fauna y la flora». Indica que «en los campos de golf de Galicia, y concretamente en el de Lugo, existe una política ambiental y de calidad, que se utiliza como herramienta de gestión sostenible». Dice que a pesar de ser un club con recursos escasos «está implementando la norma ISO 14.001».
Gestión sostenible
El citado asesor del Club de Golf de Lugo señala: «La junta directiva, la gerencia y los trabajadores del campo apuestan por la gestión sostenible y especialmente en la eficiencia del riego, como no podía ser de otra forma. La media de consumo de agua por riego en el campo de golf de Lugo en estos últimos tres años ha sido de 45.000 metros cúbicos al año. Si tenemos en cuenta que en Galicia, según los datos del INE en el 2007, la media de consumo de agua fue de 143 litros por habitante y día (Voz de Galicia del 17/07/09), por lo que el consumo de los nueve hoyos del campo de golf de Lugo equivale al consumo anual de 775 habitantes y no a los 65.000 que manifestó Yolanda Díaz, sin ningún rigor, ni pudor».
Javier de la Cerda explica que el agua que se consume en las citadas instalaciones deportivas es no potable, mayoritariamente de la que se acumula en los lagos artificiales que existen en los campos. El agua -asegura- se recoge en época de lluvia y se utiliza en verano, que es cuando se riega. Señala: «Esta labor de acopio de agua también cumple otro fin muy importante como es el abastecer a los medios aéreos de los servicios de extinción de incendios forestales».