Políticos que ni preservan el patrimonio ni entienden el valor de la historia

La Voz

LUGO

20 sep 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Tras la caída de la primera torre, políticos de la administración nacional, autonómica y local de diferentes partidos se llenaron la boca prometiendo que se conservarían las dos restantes por su gran valor histórico. Aunque ya había desaparecido casi todo el material técnico de control -de gran valor- algunos avalaron sus promesas electorales con supuestas cantidades de fondos públicos.

Pasó el tiempo, llegó el Klaus y derribó las dos torres restantes. A los pocos días ya comenzó el pillaje y también las nuevas promesas políticas: «Las torres serán vigiladas y se reconstruirá una de ellas para musealizarla». Una barbaridad fruto del desconocimiento, porque son completamente irrecuperables. Tampoco se vigilaron, sino que fueron abandonadas al pillaje, como en un país subdesarrollado y no europeo.