El Concello vilalbés ha planteado el arreglo de pistas de la parroquia de Santaballa que se han visto afectadas por el tramo Cabreiros-Vilalba de la AG-64. Aproximadamente ocho de los trece kilómetros que faltan para completar la autovía que enlazará Ferrol con la A-8 por la capital chairega discurren por el municipio vilalbés, lo que ha supuesto un importante movimiento de maquinaria en algunas zonas.
El alcalde local, Gerardo Criado, afirmó ayer que había contactado con la empresa concesionaria y que se había logrado un acuerdo para que pistas de la parroquia de Santaballa se reparasen. La situación tiene su origen en la instalación de una planta de aglomerado cerca del trazado de la autovía, ahora en obras. Esa situación favorece los trabajos, pero también ha motivado el paso de camiones, lo que ha dado pie a la necesidad de una reparación.
Criado destacó ayer el clima de entendimiento logrado con la empresa. Hace varios meses, las obras de la AG-64 levantaron polémica entre los vecinos y el gobierno local, que sostenían que las obras afectaban de modo considerable a pistas y vías de servicio de la parroquia de Santaballa, con los consiguientes perjuicios que tal situación conllevaba en una parroquia de actividad agrícola y ganadera.
Por otro lado, la Consellería de Política Territorial invertirá próximamente 800.000 euros para acometer el refuerzo del firme entre As Pontes y el límite con el municipio de Xermade, lo que supone también el límite de las provincias de A Coruña y de Lugo. Los trabajos, según informó la Xunta, tendrán un plazo máximo de ocho meses y consistirán en una mejora del pavimento.