La Jefatura Provincial de Tráfico anuncia que se colocarán radares en estas zonas de alta siniestralidad
10 ago 2009 . Actualizado a las 10:16 h.Lugo ocupa el puesto 25 a nivel estatal en cuanto a superficie en kilómetros cuadrados, pero tiene el primer puesto en la señalización de tramos de concentración de accidentes (TCA), un plan que pusieron en marcha este año el Ministerio de Fomento y la Dirección General de Tráfico.
En la actualidad ya están señalizados los 27 tramos previstos, ubicados en las principales vías nacionales que atraviesan la provincia: A-6 (1), N-120 (2), N-540 (7), N-547 (3), N-VI (1), N-634 (4), N-640 (2) y N-642 (5). Esta cifra supone que Lugo tenga un tramo de peligrosidad más que Madrid, mientras que el tercero en ocupar esta lista, Huesca, cuenta con 13 anuncios de peligro de accidentes, y los siguientes son Asturias y Alicante con 12. Mientras, en Galicia la provincia de A Coruña solo cuenta con uno, Ourense con tres y Pontevedra con cuatro,
El jefe provincial de Tráfico, Gonzalo León, considera que este tipo de señales «son un buen punto de atención para los conductores y debería favorecer la reducción de accidentes». La señalización en la provincia comenzó en mayo, por lo que desde Tráfico aún carecen de estadísticas sobre la efectividad de esta medida. Esperan tenerlas en el otoño y poder obtener las primeras conclusiones.
En el plan previsto por Fomento se analizarán los datos de todos los tramos y solo después de cuatro años desde el tratamiento de TCA de una carretera, y siempre que su accidentalidad sea inferior a los límites establecidos para su identificación, dejará de considerarse como un tramo peligroso.
Existe una base de datos de toda la red estatal que realizará el seguimiento de los tramos. Fomento, además, tiene previsto tomar medidas en algunas de las carreteras cuando la causa de su alta siniestralidad se deba a la conservación o a un problema en el trazado de las vías.
Mientras, desde la Jefatura Provincial de Tráfico ya anuncian que se colocarán radares (móviles y fijos) en algunos de los 27 tramos señalizados en Lugo, para aumentar la efectividad de la medida adoptada y que no se quede en un simple anuncio de advertencia.
Un TCA debe de tener al menos un kilómetro de longitud y en él se han registrado un número de accidentes significativamente superior a la media de otros tramos de características similares y durante un periodo de cinco años. Una comisión fue la encargada de evaluar la colocación de las señales y será la también la que decida en el futuro su retirada y la señalización de otras zonas que puedan ser peligrosas.
Otras instituciones
El jefe provincial de Tráfico, Gonzalo León, afirma que estas medidas se ejecutan con el fin de evitar los accidentes, pero que otras administraciones deberían sumarse a este tipo de campañas. «Consideramos muy importante que otras instituciones vayan en la misma línea», señala. La Xunta y la Diputación tienen una amplia red de carreteras en la provincia, entre ellas algunas vías muy transitadas en las comarcas de Terra Chá, Sarria y A Ulloa, principalmente.