El primer regidor de O Saviñao en democracia reivindica el idealismo
08 abr 2009 . Actualizado a las 17:23 h.Enrique Pérez fue el primer alcalde de O Saviñao en democracia y el único regidor socialista que tuvo desde entonces este municipio, hoy gobernado por el popular Joaquín González. En las primeras elecciones obtuvo seis concejales y llegó a la alcaldía con el apoyo de un edil del BN-PG, frente a cinco de UCD y uno de AP. En 1983 ganó con mayoría absoluta y en 1987 abandonó el gobierno local en una situación muy poco común, cuando los ediles del PP, antes que dejarle renovar el mandato, optaron por votar por el edil nacionalista Xosé Manuel Rodríguez para alcalde. Hasta 1999 siguió encabezando la lista socialista y en el 2001 decidió dejar el cargo de concejal y la actividad política.
Pérez Losada se confiesa muy marcado por la persecución que sufrió su familia en la Guerra Civil y en los años que siguieron. «Son fillo dun republicano perseguido por militar no PSOE e na UGT, vivín intensamente todo aquilo e fun un rebelde desde pequeno», explica. En su juventud siguió atentamente las noticias de la Segunda Guerra Mundial y se las transmitía a varios vecinos de O Saviñao que andaban todavía ocultándose de la represión. Este pasado, según explica, pesó mucho cuando decidió saltar a la arena política tras la muerte de Franco. «En Escairón había un certo fermento intelectual de esquerda e cando morreu o noso amigo -dice con sorna- explotou en min unha ansia de axudar a que triunfase a democracia. Ata entón nunca militara na política, aínda que sempre fun algo subversivo no sentido de que trataba de convencer e aglutinar á xente, pero sen andar pegando pasquíns nin nada parecido», añade.
De este modo, junto con un numeroso grupo de vecinos, se afilió al PSOE. «Estivemos dubidando se ir con Tierno Galván ou con Felipe González e acabouse optando polo PSOE», recuerda. «A verdade é que a min valíame calquera partido con tal de que defendese ideas progresistas e de esquerda. A ideoloxía paréceme máis importante que as siglas e niso sigo pensando igual», matiza.
Primer triunfo
Las primeras elecciones generales fueron para él «un pequeno fracaso», ya que el PSOE sólo sacó unos cuatrocientos votos en el municipio, que entonces superaba ampliamente los 7.000 habitantes. Y en las municipales llegó el triunfo, que recuerda con emoción: «Chegoume á alma ver a alegría que levaron os veciños que foran represaliados polo franquismo, porque entón aínda vivían moitos, aínda que eu xa estaba todo preocupado pola responsabilidade que me viña enriba, porque a verdade é que eu non quería ser alcalde. Para ser alcalde hai que ser un pouco pícaro e se eu me metín na política foi por idealismo e por convicción ideolóxica, para axudar a cambiar as cousas».
Pérez también recuerda con agrado el ambiente de las dos corporaciones que presidió. «Aínda que me metín en bastantes fregados, penso que foi unha época moi positiva. Había unha ilusión tremenda, estaba todo por facer despois de tantos anos de ditadura...». En la oposición, dice, «había elementos positivos, de mentalidade centrista e comprometidos coa democracia, pero tamén había xente aínda moi apegada ao franquismo. Algo parecido pasaba cos funcionarios municipais porque, como en todas partes, había unha situación aínda moi viciada pola ditadura, cunhas ideas e unhas actitudes que non casaban cun sistema democrático. Eses vicios -continúa- prolongáronse ata hoxe en moitos concellos e así seguimos vendo como en moitos sitios se continúan comprando os votos con cemento e cousas así».
El antiguo alcalde afirma seguir viendo la política con la misma mentalidad de siempre, aunque ya lleva un tiempo apartado de esas lides. «Sigo pensando que é mellor ser idealista que oportunista», dice. Gran aficionado a la historia y la arqueología, sigue dedicando mucho tiempo a investigar el patrimonio histórico de su municipio y a hacer lo posible por ayudar a su conservación, una preocupación que también le ha acompañado siempre.