Un sitio, Barcelona; en un horario, el nocturno; y en una clase: la más cara. El portavoz de barreras arquitectónicas de Auxilia Lugo, Aquilino Iglesias, criticó ayer que «en el Trenhotel a Barcelona se nos penaliza económicamente por tener una discapacidad».
En este modelo ferroviario hay dos clases: asientos reclinables (que se denomina Preferente) y los compartimentos con camas (Gran Clase o con la opción de que se sirva la cena en el compartimento). La plaza accesible es de las denominadas Gran Clase, cuyo precio desde Lugo a Barcelona oscila entre los 124 y los 184 euros.
Renfe explica en su Guía de servicios ferroviarios para personas con discapacidad (colgada en la página web) que «si el tren en el que realiza el viaje solo dispone de plaza específica de movilidad reducida en [clase] Preferente, abonará el precio de un billete en clase Turista». Esta opción, según confirmaron fuentes de Renfe, no es válida para este tren.
El transporte en autobús, según González, es bastante peor «puesto que Alsa ni siquiera ofrece información en la web». Aun así, señala que las cosas en esta materia van mejorando, puesto que «esto hace unos meses era el páramo total».