Lo que hace años sería impensable, es hoy una realidad. Las ortigas, tan abundantes en prados y cunetas de Galicia desde hace siglos, comienzan a triunfar en la gastronomía lucense. A los bares y locales hosteleros de la provincia -como el Antas, en Lugo, o las Pizzbur de Viveiro y Ribadeo- que llevan tiempo incluyendo en sus cartas recetas elaboradas con la planta, se suman cada vez más particulares que utilizan ortigas como ingrediente de platos como revueltos o arroces.
«A provincia de Lugo é xunto coa de Ourense onde máis callan as degustacións que se fan e onde máis interese hai», resalta el cocinero ourensano, profesor de Hostelería e investigador, Martín Álvarez, autor del libro 45 recetas con ortigas y responsable de la asociación cultural As Estrugas. Según indicó, el éxito fue total en demostraciones organizadas puntualmente en localidades como Lugo, Ribadeo o Chantada.
Al parecer, numerosos lucenses están interesados en las bondades culinarias de la planta, que tradicionalmente fue utilizada para elaborar ungüentos con fines medicinales (diuréticas en infusiones, curativas...). «Así que se prepara para sacarlle o amargor, ten un sabor agradable, que gusta a moita xente», señaló Álvarez, para quien «unha mala herba é unha planta con virtudes que aínda non foron descubertas».
¿Dónde se encuentran? Algunos lucenses acuden al campo para recoger ortigas, aptas para su consumo después de la cocción, o las compran en conserva en locales especializados.