El esfuerzo del Lugo no obtiene recompensa ante un rácano Guijuelo

CDLUGO

10 nov 2008 . Actualizado a las 11:25 h.

El mejor partido de la temporada del Lugo en el Ángel Carro se saldó con balance negativo. Los rojiblancos, con una ambición infinitamente superior al conservador Guijuelo, fueron incapaces de concretar las oportunidades de gol y cayeron después de que Ballesteros, en el último suspiro de la primera mitad, sacase la varita mágica para perforar la meta de Javi Muñoz. La expulsión de Germán en el bando local fue una losa, ya que concedió oxígeno a los salmantinos.

Los lucenses salieron decididamente a por el partido, con un toque de ambición inaugural inédita a orillas del Miño. Así, la posesión pasó a ser propiedad exclusiva de los rojiblancos. Pero el Guijuelo, con las ideas muy claras, abortó las llegadas de los gallegos. Los verdes, replegados y con Ballesteros a la caza de alguna misión imposible, fueron los que dispusieron de las primeras oportunidades nítidas de gol.

La zaga de los de Fonsi Valverde, pese a ser numerosa, padeció problemas a causa de la lentitud y la escasa agresividad de sus componentes.

Rumbo diferente

La expulsión de Germán supuso un palo para un Lugo más ambicioso que el rival. Sin embargo, los rojiblancos, con un futbolista menos sobre el terreno, asediaron con nitidez los dominios de Escalona. El meta de los verdes se tuvo que esforzar para mantener limpias sus redes. Así, los de Fonsi Valverde perdonaron la vida a un rival desbordado y el punta Ballesteros, que pelea y marca diferencias, se sacó un conejo de la chistera para decantar la balanza a favor del Guijuelo.

Tras el descanso, el decorado no cambió en líneas generales. Los visitantes no renunciaron a su planteamiento rácano hasta el límite, mientras que los rojiblancos, con uno menos, se lanzaron con decisión a por el anhelado empate. Pero el dominio territorial no se tradujo en ocasiones para el Lugo.

Los locales apenas alcanzaron las proximidades de Escalona,mientras que el adversario se mostraba feliz por poder exprimir al máximo un planteamiento defensivo a ultranza

Esperanza

Fonsi Valverde introdujo en el césped a Sergio y Tornero para tratar de agotar las posibilidades ofensivas. Pero el primero, muy desacertado en las decisiones y alejado de donde puede generar peligro, se perdió en un excesivo individualismo. Además, los contrarios se aplican con contundencia para que el de Portomarín no pueda desplegar su potencia sobre el césped.

Con el paso de los minutos, el Lugo fue perdiendo frescura mientras el Guijuelo se colgó del larguero de la portería defendida por Escalona. La excesiva conducción del balón mató la sorpresa de los locales. Los rojiblancos fueron incapaces de concretar algunas de las opciones que tuvieron a balón parado y acabaron resignándose a una derrota que, a tenor de la ambición que mostraron ambas escuadras, se antojó injusta para los del Ángel Carro.