Los propietarios de áticos con una inclinación superior a los 35 grados pueden respirar tranquilos, puesto que, al final, no quedarán fuera de ordenación. En los planos que enviaron las arquitectas a principios de mes se marcaba este máximo de inclinación y no se planteaba ninguna excepción para los áticos ya construidos, por lo que los tres grupos municipales se alarmaron y plantearon ayer esta cuestión.
Ayer, quedó zanjado el asunto puesto que las arquitectas explicaron que habrá un cuadro en el que se determinarán cuáles son las reformas que pueden acometerse en estas viviendas.
Esta lista de reformas y obras posibles, según dijo el alcalde y corroboró el popular Jaime Castiñeira, es «generosa» y «flexible». De esta manera, subrayó el alcalde, se disipa todo temor.