Cantar bingo en los colectivos sin ánimo de lucro tiene riesgos

LUGO

Entidades como el Casino de Viveiro o el CIT de San Cibrao toman con cautela la redada realizada en un club de Ferrol

14 nov 2007 . Actualizado a las 11:31 h.

Cantar bingo en las sociedades sin ánimo de lucro que organizan este tipo de actividades para disfrute de sus socios en las largas noches de los fines de semana de invierno, puede salirles muy caro a este tipo de colectivos.

Al igual que ocurrió hace unos años con los tradicionales sorteos, que levantó más de una espina y obligó a las asociaciones de todo tipo a «ponerse las pilas» para organizarlos de forma reglamentaria, de nuevo la ley ha vuelto a coger por sorpresa a entidades como el Casino de Viveiro o el Centro de Iniciativas Turísticas de San Cibrao, dos de las sociedades sin ánimo de lucro de la comarca que tienen entre sus actividades fijas de invierno las tradicionales partidas de bingo.

Desde ambas directivas se toman con cautela lo ocurrido el último sábado de octubre en el seno del club Galicia de Caranza de Ferrol, cuando una tranquila y placentera noche de juego entre amigos se vio truncada por la redada de los agentes de la Policía Autonómica, dejando a más de un socio de piedra, y a este colectivo con la amenaza de una sanción de un mínimo de 18.000 euros, tal y como avanzaba el pasado domingo La Voz.

Sábados bingueros

El bingo social es «desde siempre» una de las fórmulas que estos clubes o asociaciones tienen para entretener a sus socios, y tanto desde el casino viveirense como desde el CIT reiteran que el objetivo no es lucrarse. Aún así, los presidentes de ambas colectivos no dudan en mostrar su preocupación por lo que pueda llegar: «Lo que pasó en Ferrol lo vemos con recelo, porque imagínate que nos pasa a nosotros», explica José Moreno Núñez, presidente del CIT de San Cibrao. En los locales de esta sociedad los bingos se celebran los sábados, y en ellos participan entre veinte y veinticinco personas, «todos asociados, y con los cartones a un precio de treinta céntimos de euro». En principio hasta aquí, cumplen el Regulamento do Xogo do Bingo, del año 2002. Las cantidades recaudadas no se destinan en su totalidad a los premios, «porque de lo que se saca se le da una propina a los chicos que cantan el bingo y el mantenimiento del propio juego, la luz y la impresión de cartones».

En principio, los sábados de bingo del CIT de San Cibrao «continuarán con lo que hay, si vienen [los agentes] solo podremos decirles lo que hay», concluye Moreno.