La cabaña de cerdo celta tiene en en estos momentos 210 criadores y supera los 2.600 ejemplares en toda Galicia

AGRICULTURA

20 oct 2007 . Actualizado a las 02:00 h.

Más de 150 personas participaron ayer en Monforte en la primera edición de las Xornadas de Porco Ecolóxico de Galicia, organizadas por el consejo regulador de Agricultura Ecolóxica. Acudieron productores ecológicos y criadores de cerdos de diferentes puntos de Galicia, así como especialistas en la cría de cerdo de raza celta y representantes de diferentes administraciones públicas.

El presidente del consejo regulador de Agricultura Ecolóxica, José Antonio Fernández, explicó que su interés por la producción de cerdo celta se debe a que la recuperación de una raza autóctona criada casi en todos los casos de forma extensiva casa fácilmente con la filosofía y las exigencias de la producción biológica, pero no sólo por eso. «Se decidimos adicarlle unha xornada específica ao porco celta é porque detectamos moito interese da xente», explicó. En estos momentos sólo hay un criador que produce cerdo celta con la garantía de la agricultura ecológica, pero otros dos están en proceso de reconversión para poder hacerlo y hay otros cuatro recién apuntados.

Estas primeras jornadas consistieron en la exposición de cuatro ponencias en el edificio multiusos de Monforte, y en una comida posterior con un menú basado en productos ecológicos en el restaurante Don Manuel. Entre los ponentes, el director técnico de la Asociación de Criadores de Ganado Porcino Celta (Asoporcel), Eugenio Prados, habló de la situación actual de la cría del cerdo autóctono. Recordó que su asociación nació con el objetivo fundamental de salvar el cerdo celta de la extinción y que en ese camino se han dado pasos importantes, pero todavía no definitivos. Según el último recuento, los 210 productores asociados tienen algo más de 2.600 animales de esta raza, entre los que hay 600 reproductoras y 147 sementales.

Pueden parecer cifras modestas, pero no lo son tanto si se comparan con las que se encontraron los criadores que pusieron en marcha esta asociación en 1999. Entonces, eran poco más de medio centenar de socios y entre todos sumaban alrededor de seiscientos cerdos.

Peligro de extinción

La evolución es evidente, pero según cuenta Eugenio Prados, todavía es muy pronto para sacar al cerdo celta de la nómina de especies en peligro de extinción. «A vaca de raza rubia galega está considerada como unha raza en perigo de extinción, e hai entre 15.000 e 20.000 exemplares», explica.

La de Eugenio Prados fue la segunda ponencia de estas jornadas. La primera la impartió Miquel Nicolau Femenias, veterinario asesor del consejo balear regulador de agricultura ecológica, que habló sobre las peculiaridades de las explotaciones porcinas de esas islas. Los elevados costes de producción, encarecidos por el transporte por barco, condicionan la producción de las granjas familiares. A pesar de ello, en las explotaciones baleares que lucen el sello de la agricultura ecológica, el sobrecoste de la producción biológica es de sólo el 10% sobre la ganadería normal .

Los últimos ponentes fueron Fernando Sanesteban Coira y Gerardo Rivero Cuesta. El primero es el por ahora único productor de cerdo celta con sello del consejo regulador de Agricultora Ecolóxica. Sanesteban tiene su granja en Valdoviño. Empezó como criador de cerdo blanco, pero se pasó a la raza autóctona y desde este año vende con la denominación ecológica. El último conferenciante, Gerardo Rivero, es jefe del Servizo de Producións Gandeiras de la Consellería de Medio Rural, y habló de las nuevas subvenciones para ganaderos que apuesten por la biodiversidad.